Peruanos votan para elegir presidente con la vista puesta en el balotaje

Los peruanos votaban este domingo para elegir presidente en unos comicios en los que Keiko Fujimori parte como favorita, aunque se avizora un balotaje, tras una atípica campaña que dejó candidatos por el camino y en la que no faltó un ataque guerrillero.

Cerca de 23 millones de peruanos -de ellos casi 7 millones de jóvenes- están convocados a las urnas para elegir presidente y renovar los 130 escaños del Congreso unicameral.

Tras el tradicional desayuno en familia, un acto electoral más que da una imagen íntima de los candidatos y retransmitido por las cadenas del país, los principales aspirantes emitieron su voto.

Una sonriente Keiko Fujimori, quien hizo fila como una ciudadana más para sufragar en el distrito de Surco (sureste de Lima), blandía a la salida su documento de identidad con la pegatina que acredita el cumplimiento de un deber ciudadano obligatorio en Perú, mientras era seguida por un enjambre de periodistas.

Pedro Pablo Kuczynski, lo hizo en su barrio de San Isidro, en la capital, mientras que Verónika Mendoza, la nueva cara que sorpresivamente se ha metido en la quiniela presidencial, votó en Cusco, sureste, su tierra natal.

Mendoza, la candidata de izquierda protagonizó la anécdota de la jornada al olvidarse su documento de identidad por lo que tuvo que esperar hasta que alguien se lo trajo.

El presidente saliente, Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, fueron de los primeros en votar en la capital.

En una jornada marcada por la tranquilidad, en algunos colegios electorales se registraron en las primeras horas retrasos por la ausencia de miembros de las mesas, generando fuertes filas.

Probable segunda vuelta

La candidata de Fuerza Popular (derecha), Keiko Fujimori, de 40 años -cuyo padre Alberto Fujimori, que gobernó Perú entre 1990-2000, está en la cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad- lidera los sondeos, pero es poco probable que consiga el 50% más 1 de los votos que necesita para evitar un balotaje el 5 de junio.

Por eso, la pelea se centra en el segundo puesto, entre Pedro Pablo Kuczynski (77), conocido por sus siglas PPK, de Peruanos por el Kambio (centroderecha), y Verónika Mendoza (35), del Frente Amplio (izquierda), que aparecen con un empate técnico.

Los primeros resultados, con 30% de los votos escrutados se conocerán hacia las 21H00 locales (02H00 GMT del lunes), aunque al cierre de las urnas (21H00 GMT) se darán las primeras tendencias con sondeos a boca de urna.

Voto útil

El voto útil podría jugar a favor de PPK, que está llevando a cabo una campaña de miedo contra Mendoza, quien en las últimas semanas se ha metido en la quiniela de los presidenciables gracias al apoyo que recibe en las zonas rurales y el sector menos favorecido de la sociedad.

Kuczynski tendría más probabilidades que Mendoza de ganarle a Fujimori en una eventual segunda vuelta.

Hartos de la corrupción y de la inseguridad, los votantes ponen su esperanza en el próximo presidente.

Angela Ríos, 18, que vota por primera vez, le dio su sufragio a Keiko Fujimori. "Es una buena opción. Va a aportar más al PIB. Va a mejorar todo lo que es el ámbito de la educación", mientras dice que su herencia paterna "influye bastante en los jóvenes", aunque "no puedes juzgar a una persona por lo que hizo su padre".

En cambio, Andrés Vera, 39, votó por PPK, "porque es de la derecha moderada y además evita que suba una candidata ultra-izquierda a segunda vuelta", en referencia a Mendoza.

Castigo a la corrupción

En un país con una economía boyante en la última década, pese a la desaceleración de los tres últimos años, que ha reducido a la mitad su crecimiento (en torno al 3%), "el hartazgo no está tanto del lado económico, sino del político, por la corrupción", dice a la AFP Luis Benavente, director de la encuestadora Vox Populi.

La inseguridad es una de las preocupaciones de una población que erige cada vez muros más altos y alambradas para protegerse.

Aunque la época de la violencia de las guerrillas comunistas ya ha pasado, precisamente con la mano dura que aplicó Alberto Fujimori durante su gobierno, de vez en cuando los peruanos reciben un recordatorio.

El sábado, tres militares y un civil murieron en un ataque de un remanente de Sendero Luminoso, la guerrilla maoísta que sembró el terror en Perú en las décadas de 1980 y 1990, cuando repartían material electoral en una población de Junín, centro del país.

Unos 50.000 policías y militares han sido desplegados este domingo para garantizar la seguridad de la elección.