Estudiar gratis en Chile, ¿un lujo o un derecho?

Santiago de Chile.
Santiago de Chile.
Afp
14 de diciembre 2017 - 06:43

"En esta elección nos jugamos mucho", dice Brian Zúñiga, un estudiante chileno que después de haber pedido un crédito de casi 10,000 dólares para pagar sus dos primeros años de carrera, ahora puede estudiar gratis.

El futuro de la gratuidad universitaria impulsada por la presidenta socialista Michelle Bachelet dependerá del vencedor de la segunda vuelta de este domingo entre el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Alejandro Guillier.

Mientras Piñera es partidario de mantener la gratuidad sólo para los cerca de 260.000 beneficiarios actuales (el 14% de la matrícula universitaria), Guillier aspira a ampliar el beneficio al 70% con menos recursos, y suscribe el proyecto de ley que se tramita en el Congreso que establece parámetros de crecimiento económico para llegar a la gratuidad universal hacia 2020.

"Hay una preocupación. Las personas que tienen la gratuidad actualmente tienen que estar sumamente preocupadas por lo que va a pasar", sostiene Zúñiga, estudiante de cuarto año de Filosofía en la Universidad de Chile.

¿Es posible la gratuidad en Chile?

Tuvieron que pasar 35 años e intensas jornadas de protestas sociales para que nuevamente muchos estudiantes chilenos volvieran a estudiar gratis.

En 1981, la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) dictó una Ley Orgánica de Educación que posibilitó la creación de universidades privadas y desmanteló la educación pública. Desde esa fecha, ningún universitario chileno pudo volver a estudiar gratis, debiendo recurrir a créditos para financiar sus estudios.

Bachelet ganó en 2013 la elección acogiendo las demandas de las revueltas estudiantiles, y en 2016 implementó anticipadamente la gratuidad incluyéndola en los presupuestos mientras se aprueba la ley en el Congreso, lo que espera hacer antes del fin de su mandato en marzo próximo.

Pero, ¿en un país que este año crecerá 1,4% -su menor registro en ocho años- es posible otorgar la gratuidad a casi el millón de estudiantes universitarios?

"Hay muchas cosas que tienen que cambiar. El rol de Estado hoy día es muy minoritario, pero están las condiciones y los recursos", dice a la AFP el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Alfonso Mohor, agregando que lo que falta es la "voluntad política" de hacerlo.

Piñera no cree que el Estado deba financiar la educación de los más ricos y estima que "las cosas gratis generan menos compromiso".

Sin embargo, en un giro de su postura inicial desde la primera vuelta, ha prometido gratuidad para el 90% de los estudiantes de institutos técnicos. "Son los estudiantes que provienen de los sectores más vulnerables y de la clase media y, por tanto, son los que más ayudas merecen y necesitan", aseguró el exmandatario.

Fin o condonación del CAE

La condonación de las deudas del Crédito con Aval del Estado (CAE), al que suscribieron casi 800.000 estudiantes, es ahora otra de las batallas de los estudiantes chilenos y de sus endeudadas familias.

Piñera propuso mantener el sistema con una rebaja de intereses, mientras que Guillier anunció que condonará la deuda al 40% de los más pobres.

"Es el Estado el que tiene que hacerse cargo de una deuda histórica que tiene con las familias (...) que hoy día están pagando 40 a 50 millones de pesos (entre 60 a 80.000 dólares) por haber optado por la educación", afirma Mohor.

Después de 11 años de funcionamiento, la deuda contraída con el CAE asciende a 8.260 millones de dólares, equivalente al 3,26% del PIB.

"Es imposible condonarlo y así se lo hemos hecho ver. La cifra es sideral (...) como país tendríamos que sacarnos la lotería y así y todo sería difícil", dijo recientemente Adriana Delpiano, ministra de Educación del gobierno de Bachelet, que prometió eliminar este crédito establecido en 2006 para ampliar la matrícula de estudiantes de clase media.

El "mal menor" o el retroceso

"No sé por quién votar. Los dos personajes son muy nefastos pero uno va a retroceder más que otro", dice Emilia Moya, estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile, resumiendo la encrucijada de los universitarios chilenos a días de la segunda vuelta: el "retroceso" que en su visión representa Piñera o el "mal menor" encarnado por Guillier.

Muchos jóvenes votaron en la primera vuelta por la periodista Beatriz Sánchez, representante del Frente Amplio, una agrupación que nació en marzo de la mano de los antiguos líderes del movimiento estudiantil y que obtuvo el 20% de los votos, a solo dos puntos de Guillier que el domingo espera recoger este caudal de votos para impedir que la derecha vuelva al poder.

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