El Gobierno boliviano ve intentos golpistas de los cocaleros

El Gobierno boliviano acusó hoy a los manifestantes cocaleros de llevar a cabo "intentos golpistas" para desestabilizar al Ejecutivo, después de que fracasaran las negociaciones de ambas partes sobre una nueva ley para regular los cultivos legales de hoja de coca en el país.

En una rueda de prensa en La Paz, el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, dijo que la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) y su presidente, Franklin Gutiérrez, tienen una "intención desestabilizadora, golpista y un posicionamiento político personal".

Quiroga se expresó de esta forma después de que manifestantes cocaleros que pertenecen a los Yungas, una zona subtropical en el norte del departamento La Paz, rechazaran un documento acordado entre sus dirigentes y las autoridades.

Los cocaleros de los Yungas protestan desde la pasada semana contra un proyecto de ley que plantea que el límite legal de los cocales en el país suba de 12.000 a 20.000 hectáreas.

El sector movilizado considera que la norma beneficiará más a los productores de la zona del Chapare (centro), donde están las bases sindicales del presidente boliviano, Evo Morales.

Los cocaleros de los Yungas y la oposición denuncian que se pretende legalizar en el Chapare cultivos de hoja de coca cuya producción mayoritaria no va a un mercado legal sino al narcotráfico.

En negociaciones mantenidas desde el martes y donde participó el propio presidente Morales esta madrugada, el Gobierno y los dirigentes del sector acordaron que los cultivos en La Paz aumentarían de 13.000 a 14.300 hectáreas, según confirmó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, a primera hora de la mañana.

"Para el caso de La Paz la superficie acordada podrá alcanzar hasta las 14.300 hectáreas", dijo Romero, quien evitó referirse a lo que sucedería con las plantaciones en el Chapare.

Un estudio presentado en julio del año pasado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC) certificó que Bolivia tenía en total unas 20.200 hectáreas de coca en 2015.

El proyecto de ley observado por los cocaleros planteaba originalmente el permiso para las 12.000 hectáreas para los Yungas, 1.000 hectáreas en otras provincias de La Paz y 7.000 para el Chapare, lo que derivó en violentas protestas en las que fueron detenidos dos centenares de manifestantes, la mayoría ya puestos en libertad.

Las bases campesinas, que aún se concentran en un barrio de La Paz, cerca de la sede de Adepcoca, rechazaron el acuerdo y anunciaron que reactivarían las movilizaciones.

Los cocaleros incluso quemaron el documento que los líderes presentes en la reunión les enseñaron y una foto del mandatario Morales, según reportaron medios locales.

El proyecto de ley se debate hoy en la Cámara de Diputados, donde existe la predisposición de añadir las modificaciones acordadas en las reuniones.