Máximo jefe de la Policía chilena destituido tras asesinato a mapuche

El presidente de Chile, Sebastián Piñera.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera. / EFE
Afp
20 de diciembre 2018 - 17:14

El máximo jefe de la Policía chilena fue destituido este jueves de su cargo, cercado por las nuevas revelaciones sobre el asesinato hace más de un mes de un joven mapuche a manos de las fuerzas especiales desplegadas en la región de la Araucanía.

El general Hermes Soto, que había asumido el cargo en marzo, fue destituido por el presidente Sebastián Piñera un día después de que se conocieran nuevos vídeos del operativo policial que terminó con la vida Camilo Catrillanca, y que muestran que el indígena fue abatido sin mediar ningún enfrentamiento, a diferencia de la versión inicial entregada por la policía.

"He llegado a la conclusión que Carabineros de Chile necesita un nuevo liderazgo", dijo Piñera a anunciar la salida del máximo jefe policial, quien asumió el cargo el 14 de marzo pasado, tres días después de que Piñera asumiera el poder y aceptara la renuncia de su antecesor, Bruno Villalobos, tras un sonado caso de corrupción en la institución.

En una comparecencia ante la prensa el miércoles, Soto afirmó que la revelación de los nuevos vídeos lo tomaba "por sorpresa". El jefe policial dijo inicialmente que no había grabaciones del hecho y luego aseguró que la tarjeta de memoria de una de las cámaras fue destruida por uno de los policías que participó del operativo, por contener imágenes íntimas.

La muerte de Catrillanca –de un disparo en la nuca- encendió los ánimos en la región de la Araucanía, en el sur de Chile, donde se asientan gran parte de las comunidades indígenas mapuches en conflicto con el Estado al reivindicar tierras que consideran suyas por derechos ancestrales.

Un centenar de hechos de violencia –ataques incendiarios y enfrentamientos con la policía- se han registrado en esta región desde el operativo del 14 de noviembre que terminó con la muerte de Catrillanca, de 24 años.

Larga crisis

Los cuatro policías que participaron del operativo fueron procesados por la justicia y dados de baja por la institución, al igual que un general a cargo de la zona.

El gobierno de Piñera resolvió también relevar de la región a un comando de fuerzas especiales de la policía, conocido como 'Comando Jungla', que había sido desplegado allí hace pocos meses tras recibir formación antiterrorista en Colombia.

El grupo especial tenía como principal tarea combatir los frecuentes ataques incendiarios contra predios privados y camiones en la región, atribuidos a grupos radicales en el marco de sus reivindicaciones de tierras.

Al anunciar la renuncia de Soto, Piñera informó también que este jueves se había cursado la renuncia de 10 generales de la policía, para dar paso a la conformación de un nuevo alto mando.

"Un grupo pequeño de Carabineros ha provocado una grave crisis de credibilidad, probidad y eficacia en la labor que realiza Carabineros de Chile (…), en una crisis se arrastra ya por demasiado tiempo", dijo Piñera.

El 'Caso Catrillanca' volvió a poner en la mira en la Policía chilena y su actuar en la región de la Araucanía, después de que en 2017 quedara al descubierto la implantación de pruebas faltas para inculpar como responsables de varios ataques incendiarios a varios líderes mapuches.

El caso, conocido como la 'Operación Huracán', involucró la manipulación de varios mensajes de Whatsapp para atribuir la autoría de los ataques a los mapuches involucrados, entre ellos Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y otros siete indígenas, que fueron sobreseídos por la justicia tras pasar mes y medio en la cárcel.

En un primer momento, la policía aseguró que la muerte de Catrillanca, de 24 años, el 14 de noviembre cuando conducía un tractor en compañía de un adolescente de 15 años, se produjo durante un enfrentamiento a raíz de la persecución de los presuntos sospechosos de un robo de tres vehículos particulares.

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