El alcalde de Quito asegura que el metro no forma parte de la trama de Odebrecht

El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, aseguró hoy que la obra del metro de la ciudad, adjudicadas originalmente a un consorcio de las empresas Odebrecht y Acciona, no es parte de la trama de corrupción por la que se investiga a la firma brasileña en varios países, incluido Ecuador.

Así lo aseveró a la prensa al salir de la Fiscalía Provincial de la provincia de Pichincha, donde rindió su versión libre y voluntaria por la investigación sobre la participación de Odebrecht en el contrato del Metro, que ahora está en las manos exclusivas de la española Acciona pese a que la empresa brasileña asegura que no se ha retirado del proyecto.

El alcalde fue enfático al señalar que la obra "no es parte de la red de corrupción" de la constructora y recordó que desde hace un año la Fiscalía investiga el proceso de contratación del proyecto y hasta el momento "ha quedado claro que la obra es transparente".

Rodas subrayó que tanto su familia como los funcionarios del Ayuntamiento están dispuestos a colaborar con las diligencias solicitadas por la Fiscalía.

"Mi equipo de trabajo, mi familia y yo siempre estaremos apoyando a cualquier investigación que se desarrolle", apuntó.

En octubre de 2016, ambas empresas solicitaron de común acuerdo al Municipio y a los bancos que financian el proyecto que Acciona asumiera en solitario la ejecución de la fase II del Metro de Quito, que había comenzado a construir con Odebrecht.

Sin embargo, el proceso de traspaso se ve ahora contestado por la firma brasileña, que alega que no fue completado y que, por lo tanto, permanece aún en el proyecto, ello a pesar de que en los entes oficiales de Ecuador, Acciona ha realizado el registro como único propietario del consorcio.

A finales de noviembre Rodas dijo a Efe que la Alcaldía de Quito no interferirá entre las dos empresas mientras el proyecto del metro avance correctamente, como de facto está ocurriendo.

Rodas destacó que el proyecto, materializado por Acciona, avanza a pesar de las divergencias entre las dos compañías sobre cuál de las dos ejerce de facto la concesión del proyecto.