La ciudad de La Paz dejará de aplicar la ley seca en Semana Santa

La ciudad de La Paz dejará de aplicar la ley seca en Semana Santa, tras derogar hoy una norma que restringía la venta de alcohol, al entender que era contraria a la Constitución por la que Bolivia se declara un Estado laico.

El Concejo Municipal de la capital administrativa de Bolivia aprobó por mayoría una ley que deja sin efecto el conocido como auto de buen gobierno, una normativa que prohibía el consumo de bebidas alcohólicas y la apertura de locales de ocio en Semana Santa.

La concejala Cecilia Chacón, del partido Soberanía y Libertad que gobierna en la ciudad andina, de unos 800.000 habitantes, promovió la derogación "en coherencia con que ahora somos un Estado laico".

"La modificación que hemos introducido no altera de ninguna manera que las manifestaciones religiosas y folclóricas de estas fechas se cambien, estas continúan formando parte de nuestro patrimonio", argumentó la concejala en un comunicado.

Chacón añadió que la nueva norma atiende "al resto de la ciudadanía que no profesa la religión católica", en su libertad de consumir o no alcohol en esas fechas.

Hasta ahora, bares, cantinas, clubes nocturnos, discotecas, licorerías, karaokes, salas de juego y locales de ocio en general se exponían a una sanción de clausura si abrían durante esta festividad cristiana.

A partir de ahora "queda al libre albedrío y a la libertad de conciencia y creencia individual" el consumir alcohol en esas fechas, ya que "estamos eliminando una disposición que podría considerarse de carácter discriminatorio de otras creencias religiosas y profesiones de fe", argumentó la edil.

La concejala señaló que la norma no implica la suspensión de las garantías de control y seguridad en actos organizados por la Iglesia católica, como las procesiones, en los que "el municipio continuará coadyuvando".

La aprobación fue duramente criticada por el concejal opositor Jorge Silva, del Movimiento al Socialismo (MAS) que sustenta el Gobierno central en Bolivia, quien calificó de "hipócrita" esta decisión.

Silva manifestó a los medios que "se asesta un duro golpe a la religión católica, a la fe de los católicos", que aseguró que es la mayoritaria en la ciudad, porque a su juicio se da pie "al libre albedrío y a un desorden que se puede provocar con esa decisión".

El concejal, que se declaró cristiano, advirtió de que se pierde "el respeto que se tenía en Semana Santa".