Por matar a su esposa en un supermercado pagará 40 años en prisión

La historia de la mujer que fue a un supermercado y encontró su muerte
La historia de la mujer que fue a un supermercado y encontró su muerte

Angy Caterine Herrera vio sus sueños truncados de establecerse en Bogotá para darle una mejor vida a su hija de 2 años y a su familia por los celos de su esposo, el patrullero de la Policía Fray Vicente Ardila, quien la asesinó en un supermercado del barrio Venecia, en el sur de Bogotá, Colombia.

Según informó el diario El Tiempo, el crimen, que quedó registrado en video, ocurrió luego de que la mujer de 21 años regresó de misa con sus tres hermanos y su mamá, y se dirigieron a hacer unas compras en la tienda de abarrotes, pero en el establecimiento la esperaba el uniformado, quien no estaba de servicio ese día. Una vez vio a su esposa, la golpeó brutalmente afuera del local.

No conforme con ello, regresó a la tienda, cogió un cuchillo de uno de los mostradores del local y se fue tras su mujer, a quien agredió con el arma blanca hasta ocasionarle la muerte.

“No salimos de la consternación. Él nunca fue agresivo de ninguna manera con ella”, contó Edilberto Herrera, padre de la víctima.

Luego del feminicidio, el patrullero fue capturado por los policías del sector y enviado a las autoridades judiciales.

“Fue apartado del cargo y puesto a disposición de la autoridad competente en la justicia ordinaria para que allá asuma su responsabilidad”, informó el coronel Dairo Puentes, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá.

“Son las noticias que como policía duele dar, es un caso aberrante porque nosotros trabajamos en contra de las agresiones a las mujeres”, agregó el oficial.

De acuerdo con la familia de la mujer asesinada, y de los mismos uniformados, el irracional ataque se dio por un problema de pareja que se originó por los celos compulsivos del patrullero Ardila.

“Nunca se habían agredido, tenían sus inconvenientes porque él era muy posesivo. Ella no podía hablar con amigos, y que las amigas le alcahueteaban. Por eso, Angy quería terminar con esa relación”, contó Ruth Velásquez, una tía.

Y es que a pesar de que eran pareja desde la adolescencia en el municipio de Quetame, Cundinamarca, y tuvieron a su hija hoy de 2 años, el patrullero se mantenía intranquilo por los celos.

“Tenía 16 años cuando lo conoció. Eso fue en una fiesta en la que estuvo la familia de él, y nosotros aprobamos el noviazgo”, contó Marina Velásquez, madre de la joven agredida.

Inicialmente, la relación era a distancia porque el patrullero trabajaba en Bogotá y su esposa vivía en Quetame, pero la visitaba todos los fines de semana. Sin embargo, por la ilusión de Angy de estudiar comunicación social y mejorar su calidad de vida, hace dos años aceptó la propuesta del uniformado de venir a vivir a la capital junto con sus padres, lo que empeoró la situación.

“Peleaban más porque él era muy celoso. Todo esto se dio porque ella hablaba con un muchacho, pero ella respetaba su relación y nunca se vieron. Pero eso ponía muy mal a Fray”, contó la madre.

Este lunes en la noche, las autoridades judiciales preparaban la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos al patrullero, que por este crimen podría purgar una pena de mínimo 40 años de prisión por feminicidio.

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