Buscan acercamientos en comarca Ngäbe-Buglé para Cuarta Línea de Transmisión Eléctrica

La Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Etesa) asegura que hace todos los acercamientos con las diferentes comunidades en la comarca Ngäbe-Buglé, esto por advertencias de la congregación Mama Tatda, que dice que no permitirá la construcción de la Cuarta Línea de Transmisión Eléctrica.

Hace unos días miembros de la comarca Ngäbe-Buglé, representados en la congregación religiosa Mama Tatda advirtieron que no permitirán que ese proyecto eléctrico pase por sus tierras.

“Nos hemos reunido en tres regiones con la gente y no todos están de acuerdo con ese proyecto. Lo rechazamos”, indicó Santiago Rodríguez, dirigente de Mama Tatda.

Los dirigentes consideran que la Cuarta Línea no les beneficiará y que tampoco les han explicado en qué consiste la obra.

Pero en Etesa explican que desde diciembre del año pasado hacen reuniones, talleres, congresos y giras técnicas, visitando 17 comunidades de los 4 distritos de la comarca.

Sin embargo, admiten que todavía no se han reunido particularmente con la congregación Mama Tatda.

Yeisy Rodríguez, del proyecto de la Cuarta Línea, explicó que agosto se reunirán con la congregación Mama Tatda.

Ya en el pasado, la construcción de la Tercera Línea de Transmisión Eléctrica tuvo varios motivos de retraso, que al final redundaron en la intención de aumentar la tarifa de energía eléctrica a los consumidores para pagar a empresas generadoras la energía que se no se utilizó porque no se pudo llevar al centro nacional de despacho.

Por eso se insta a las autoridades a lograr los acuerdos.

“El problema radica que usamos las tierras de los originarios y no reciben beneficios. Este proyecto debe contribuir a mejorar las condiciones de vida de los originarios”, expresó el economista Adolfo Quintero.

Según Etesa, de los 317 kilómetros que tiene la Cuarta Línea de Transmisión, unos 107 pasan por la comarca, donde se instalarían unas 300 torres.

Explican que no sería necesaria la tala, siempre y cuando la altura de los árboles no afecte las líneas. Es una inversión de 520 millones de dólares, que se licitaría a finales de este año y que debe entrar en operación en 2023.