COVID-19 y otras enfermedades: las viejas deficiencias en el sistema de salud nos explotan en la cara

Enfermedades crónicas y COVID-19, el retrato de la vieja crisis del sistema de salud

COVID-19 nos ha demostrado que las enfermedades silenciosas como la obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol tienen un riesgo mucho mayor del que asumimos.

Son como dos trenes a toda velocidad que van a colisionar”, sostiene el especialista en salud pública Claude Brett.

Es que las personas con estos padecimientos son más propensos a agravar si enferman de coronavirus.

El problema es que en Panamá, una gran parte de la población no sabe que los sufre. Los expertos aseguran que el sistema de salud ha estado fallando en la prevención y, lo más grave, en el diagnóstico de estas enfermedades.

La capacidad del sistema de poder estar cerca de la población para detectar los problemas tempranamente, intervenir sobre ellos para evitar que algo simple se vuelva complejo, eso no ha ocurrido en Panamá”, explicó Roberto Pinnock, sociólogo que suele investigar los problemas de la salud pública.

El sistema de salud primario es el responsable de la atención preventiva de enfermedades no transmisibles. Lo hacen las policlínicas básicas, los Minsa-Capsi, los centros y puestos de salud.

Años de olvido nos revientan en la cara: el covid nos atrapó con una crisis de atención sanitaria que lleva décadas, las mismas en que la corrupción ha sido denuncia constante. Puestos de salud comunitarios olvidados, sin personal, sin insumos, en condiciones críticas.

Miguel Mayo, exministro de salud, reconoció que “se requiere dar mayor importancia a la estrategia de atención primaria, impactando sobre todo en los determinantes sociales de la salud (vivienda, educación, agua, acceso a internet, y otros”.

Esto, insistió, “con medidas de prevención, sobre todo, estilos de vida saludables (dieta baja en azúcares, sal y grasa trans y alta en frutas y vegetales) con ejercicios diarios”.

La semana pasada, la Organización Panamericana de la Salud advirtió que en la lucha contra el coronavirus hay que atacar problemas como diabetes y colesterol. Sin eso, y con el inicio del fin de la cuarentena obligatoria, miles de personas que no conozcan sus padecimientos estarán en riesgo.

Debería hacerse, por un lado, una mayor información y comunicación sobre lo preventivo, sobre la situación en la que estamos”, agregó Pinnock. Se refiere a que en medio de la pandemia, el Gobierno Nacional aprobó un presupuesto de $6 millones para publicidad, aunque poco se carecen de campañas masivas que expliquen quiénes son población en riesgo.

Cuando se hizo el censo preventivo de salud en 2018 se encontró 1.2 millones de casos indetectados de diabetes, hipertensión y colesterol.

Estas personas, además de los fumadores, personas con cuadros pulmonares, los asmáticos, pacientes con enfermedades del corazón, insuficiencia renal y gente desnutrida están en riesgo si contraen COVID. También los que tienen enfermedades autoinmunes, niños con enfermedades crónicas, personas con VIH o cáncer, y los que están inmunosuprimidos, porque toman medicamentos para problemas como psoriasis o para prevenir el rechazo de trasplantes.

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