Crisis migratoria pone a prueba controles de salud en Panamá

Riesgo sanitario por entrada de migrantes

La ruta de los inmigrantes ha hecho que países de la región deporten y cierren sus fronteras. En Panamá, la entrada masiva de personas pone a prueba los controles de salud.

Hacinamiento, infecciones, niños enfermos, sistemas inmunológicos débiles y la falta de medicamentos es el escenario de salud en la provincia de Darién, lo cual se ha convertido en una bomba de tiempo.

La doctora Dora Dacosta manifestó que es posible que estos migrantes, quienes han optado por atravesar la selva panameña, estén incubando algún tipo de enfermedad transmitible, que pudiese afectar a otros. "Quizá le da temor a la población", dijo.

Los locales señalan que los espacios se llenan cada vez más. Estas personas tienen un objetivo claro: conseguir el anhelado "sueño americano" pese a los peligros.

Costa Rica ya está en alerta, pero mientras sigan llegando y se les permita el acceso, Panamá se encuentra en el dilema sobre la seguridad del país versus la ayuda humanitaria.

El abogado Ernesto Cedeño expresó que este flujo migratorio puede traer una crisis de salubridad y seguridad si no se establecen controles adecuados.

La cifra asciende a dos mil personas. Muchos con el recurso limitado y cuyas estadías han sido por 15 días o más.

Mientras que en el sector de Nicanor, Darién se colocaron 200 carpas para trasladar y mantener a estos migrantes.

Terminal de Transporte establece mecanismos de control

Niños y adultos, en su gran mayoría provenientes del continente africano, se apostan en los espacios de la Terminal de Transporte de Albrook.

Este espacio ha establecido mecanismos de control para recibir a los migrantes. Las medidas fueron tomadas con el fin de evitar incidentes con los usuarios.

El jefe de seguridad y operaciones de la terminal, Benjamín Solís, señaló que se les ha condicionado un lugar especial para que puedan hacer su reposición. "Por ahora, no hemos recibido quejas de parte de ellos", expresó Solís.

Asimismo, Solís manifestó que este es un movimiento cíclico. "Están llegando los buses con 100 personas en horas de la tarde, y al día siguiente, usted puede percatarse que quedan 10 o 15", dijo.

El jefe de seguridad y operaciones de la Terminal de Transporte acotó que los que quedan esperan recibir dinero para poder continuar el viaje hacia su destino final, Estados Unidos.

Con información de Antony Martínez y Meredith Serracín.

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