Defensoría del Pueblo, desvirtuada y convertida en 'botín político'

Crece rechazo por designación de Eduardo Leblanc en la Defensoría del Pueblo

La designación de Eduardo Leblanc, como defensor del Pueblo sigue generando comentarios negativos y hay quienes cuestionan la capacidad del nuevo funcionario, así como su perfil.

El abogado Alfonso Fraguela, quien aspiraba a ocupar el cargo, pero desistió en enero pasado, reitera que “es evidente que el defensor del Pueblo no tiene el perfil y la trayectoria para defender los derechos”, y agrega que no será él quien lo declare inhábil.

Sostiene que la experiencia de Leblanc debió ser evaluada por la Comisión de Gobierno de la Asamblea Nacional (AN) y pasarla al pleno.

Otro factor que cuestiona Fraguela es el contrato por más de 2 millones de dólares para lavar camiones de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD).

Según el abogado, la Defensoría del Pueblo se ha politizado y el camino que se debe tomar, si se quiere que la entidad sea funcional, es sacarla de las garras de la política. Es decir que, para la próxima reforma constitucional, se le debiera dar una independencia absoluta y que las personas que desean aspirar al puesto, puedan participar en una elección electoral y que sea el pueblo quien decida y no la AN.

También dice que se ha desvirtuado la figura de la institución y trastocando la esencia de lo que fue para convertirse en un botín político y considera que la comisión legislativa que hizo la designación no ponderó su labor.

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