Excesivo gasto público podría tener consecuencias futuras graves en la economía panameña

En medio de la pandemia el gasto estatal ha aumentado significativamente, situación que preocupa a los economistas como Ernesto Bazán, ya que tomando en cuenta que la recaudación se desplomó y no existe la bonanza que hubo en su momento, los gastos deben reducirse, pero por el contrario están aumentando.

Bazán señaló que estas acciones tendrán consecuencias graves para la economía en el futuro como el descenso en el grado de inversión, un aumento en la tasa de impuesto del ITBM, el impuesto de renta o la creación de nuevos impuestos.

“Me parece prudente y responsable advertir de estas situaciones porque se está incurriendo en un gasto que termina siendo extremadamente peligroso, o sea, no se está tomando consciencia de que el presupuesto debe ser equilibrado y debemos integrarnos a un modelo de austeridad”, acotó el economista.

Señaló que en Panamá existe la Ley de Responsabilidad Social Fiscal que dice que el país no puede tener un déficit que supere el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), la cual no se ha cumplido, además, el año pasado se llegó al déficit más alto en la historia, y en la medida que eso aumenta la tasa de interés que paga el país aumenta, lo que significa que los panameños seremos más pobres porque tendremos que gastar más en intereses.

Bazán destacó que lo extraño es que es el Ejecutivo tiene que cumplir esta Ley y no lo está haciendo, pero también la Asamblea es quien a través de modificaciones permite que el 2% sea elevado. Aclaró que este no es un problema de la pandemia porque ya se venía haciendo anteriormente.

“La Asamblea se ha convertido en un cómplice del incumplimiento de la propia Ley que emitieron oportunamente”, destacó.

En otras palabras, Bazán explicó que el Estado es como una familia que en la medida que gasta su dinero se endeuda y en algún momento tendrá que pagar, entonces, como una buena familia debe priorizar los gastos en las necesidades básica, y si sobre dinero, podrá gastar en viajes, y vacaciones. Por lo tanto, en el Estado la pirámide de prioridades está invertida, gastando demasiado en cosas que no son prioridades.

Concluyó diciendo que la Asamblea tiene como rol legislar, y para eso no se necesita más dinero, se necesitan mentes brillantes para legislar mejor.