TVN Investiga: Embarazos adolescentes, vidas truncadas

El embarazo en la adolescencia, sigue siendo uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil, al círculo de enfermedades y pobreza.

Con una Ley de Salud Sexual y Reproductiva, engavetada es muy poco lo que, como país, estamos haciendo para frenar las cifras de embarazos en adolescentes.

La Ley 29 establece, que el Ministerio de Educación (Meduca), debe garantizar que las menores embarazadas permanezcan en el sistema educativo. Sin embargo, el 75% de las madres adolescentes no asisten a la escuela.

Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa), de enero a abril del 2015, había 3 mil 458 menores embarazadas en edades entre los 10 y 19 años.

Cabe indicar que después de África; América Latina y el Caribe, son las regiones donde el embarazo precoz es más alto. El 38 % de las mujeres se quedan embarazadas antes de cumplir los 20 años, según datos de Unicef.

El riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo se duplica si quedan embarazadas antes de los 15 años de edad.

Proyecciones recientes plantean que la tasa de fecundidad en adolescente dentro de América Latina, será la más alta del mundo, manteniéndose estable durante el periodo 2020-2100.

Es fundamental que las políticas públicas aborden los diferentes factores asociados al embarazo adolescente y trabajen con los diferentes sectores involucrados.

Los bebés de madres adolescentes, por lo general, presentan bajo peso al nacer y suelen ser prematuros.

El embarazo precoz está vinculado a una cierta situación social, que combina la falta de educación en materia de reproducción y comportamientos sexuales, la falta de conciencia propia de la edad y otros factores, como la pobreza. En muchas ocasiones, incluso, el embarazo precoz está vinculado a violaciones.

Cada 49 minutos se embaraza una joven en nuestro país. Uno de cada tres niños que nacen en la Comarca Ngäbe Buglé, es de una madre adolescente.