Pareciera que la intención de la Asamblea es que el pueblo se mantenga pobre, según Márquez Amado

Reformas electorales

Normas para la prevención del clientelismo se han relajado

Uno de los objetivos de los diputados de la República, una vez llegan al poder parecer ser allanar el camino para lograr la reelección en el próximo periodo, esto a través de dinero, preferiblemente del Estado. Esta es la lectura que le da el exmagistrado del Tribunal Electoral Guillermo Márquez Amado, a la propuesta de aumentar el tope de financiación de campañas.

Para Márquez Amado, aunque en el torneo anterior se hizo una campaña de no reelección que dio sus frutos, los nuevos huéspedes de la Asamblea Nacional parecen haberse contaminado de las mismas malas mañas.

“La delincuencia en general, el blanqueo de capitales y aquellos que buscan obtener concesiones contribuyendo a la financiación de la campaña para obtenerlas una vez hayan triunfado, todo eso está en una especie de alianza atentando contra la institución democrática y el pueblo panameño”, manifestó.

El exmagistrado resaltó que pareciera que la intención de la Asamblea es que el pueblo panameño se mantenga pobre, porque de esa manera el clientelismo se hace efectivo.

“El Tribunal Electoral desgraciadamente se ha vuelto selectivo, se ha vuelto complaciente en algunos aspectos para los partidos políticos y ciertas personas; y en lugar de aplicar con rigidez los principios que contribuirían para eliminar el clientelismo, lo que hace es poner la fachada de que eso se está haciendo, pero no es así”, destacó Márquez Amado.

Detalló que la ultima campaña electoral tuvo enormes diferencias entre candidatos y partidos políticos, tuvo reglas que favorecían a determinados candidatos de partidos políticos y el seguimiento de las normas ya existentes fueron favorables a los colectivos. “Yo no veo ya al Tribunal Electoral con los mismos méritos que una vez tuvo y eso es peligroso”, sostuvo.

Sobre el subsidio electoral, manifestó que se estableció para erradicar las contribuciones privadas, porque terminaban haciéndose propietarios de los partidos, que cuando llegaban al poder retribuían a través de concesiones que no eran necesariamente favorables, de tal manera que la campaña se sufragara únicamente con dinero del Estado, pero eso se desnaturalizó.

Explicó que este dinero debía ser usado entre una elección y la siguiente, los partidos promovieran la educación cívica en la sociedad, se fortaleciera el concepto de Estado, de administración pública, pero en lugar de eso se dedican a pagar salario de funcionarios.

Márquez Amado señaló que la propuesta era reducir el tope del financiamiento de campaña que ya es de 10 millones de dólares, pero los diputados se opusieron presentando una propuesta de 20 millones de dólares.

Finalizó diciendo que lo ideal es el financiamiento 100% público con controles estrictos y campañas muy breves.

Otras reacciones

Por su parte Enrique de Obarrio, de Panamá Decide, indicó que es preocupante que se haya eliminado 17 propuestas que fueron consensuadas en la Comisión de Reformas Electorales, sin desmeritar el trabajo que deben hacer los diputados en cuanto al debate.

De Obarrio espera que se den los correctivos necesarios, de la misma manera como se corrigió la intención de aumentar el tope de financiamiento, resaltando que esto se dio gracias a la presión ciudadana, por lo que debe seguirse ejerciendo.

“Esto no se resuelve con cambios en la constitución, allí se puede decir claramente que la fiebre no está en la sábana, el ciudadano tiene que empoderarse, hay que construir ciudadanía”, dijo de Obarrio, señalando que los buenos ciudadanos deben participar de la oferta electoral y saber elegir a los gobernantes.

Coincidió con Márquez Amado en que el subsidio electoral debe destinarse a promover la ética en la política, porque de lo contrario se estará tensando la cuerda de forma irresponsable.

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