Panamá: mitos y falta de vacunas, dos obstáculos para alcanzar la inmunidad colectiva

Para el doctor especialista en medicina intensivista, Julio Sandoval, es imperante que el país amplié el portafolio de vacunas con aquellas que ya están siendo utilizadas en otras latitudes.

Panamá ha vacunado a 373 mil 520 personas de los 3 millones 37 mil 318 que se requieren para lograr la inmunidad colectiva.
Panamá ha vacunado a 373 mil 520 personas de los 3 millones 37 mil 318 que se requieren para lograr la inmunidad colectiva. / TVN Noticias

La frase "inmunidad de rebaño o colectiva" se ha hecho popular en el argot de los panameños y del mundo entero, y es que hace un año se convirtió en lo que parece ser la salida a la pandemia de la COVID-19, sin embargo, lograrla es un trabajo duro que requiere de rapidez y estrategias por parte del sistema de salud.

Anteriormente, expertos han advertido que al ritmo de vacunación que lleva Panamá, una inmunidad de rebaño se lograría en dos años, pero la pregunta que salta al instante es ¿Cuánto dura la inmunidad adquirida por medicamentos? La respuesta será clave en las estrategias, pues, de esto dependerá que no se rompa esa cadena de inmunización entre los vacunados y la cadena de contagio.

Para el doctor especialista en medicina intensivista, Julio Sandoval, es imperante que el país amplié el portafolio de vacunas con aquellas que ya están siendo utilizadas en otras latitudes y que se ha comprobado que son efectivas y seguras, de esta manera poder aumentar el ritmo de vacunación y alcanzar a la mayor cantidad de personas lo antes posible.

Cabe destacar que este paso ya lo dio el Ministerio de Salud (Minsa), que la semana pasada anunció la aprobación por emergencia del uso de la vacuna Sputnik V, luego de que en febrero solicitara tres millones de dosis e iniciaran las negociaciones para que este medicamento llegue al país, pero aún se desconoce cuándo empezarán las entregas y cuántas serán concedidas.

Por el momento, el proceso de vacunación sigue concentrado en unos pocos circuitos de la provincia de Panamá, mientras que los demás siguen en la larga espera, con la esperanza de poder adquirir la vacuna antes de que el virus toque a su puerta. Sandoval destaca que hay que acelerar el ritmo de vacunación, triplicando el número de inoculados por semana.

Enfermera aplica dosis de vacuna de Pfizer a adulto mayor.
Enfermera aplica dosis de vacuna de Pfizer a adulto mayor. / Redes Sociales

Las industrias farmacéuticas ante la gran demanda tienen sus mercados concentrados en grandes potencias y la disponibilidad de la vacuna en Panamá ha hecho que no alcancemos la velocidad que necesitamos. Necesitamos vacunar de 20 mil a 30 mil personas por semanas, creo que estamos a 8 mil por semana… pero eso se va a lograr buscando otras opciones de vacuna”, manifestó Sandoval.

Al especialista le preocupa la posibilidad de que la inmunización de rebaño se rompa una vez lograda por la reducida disponibilidad de dosis y la falta de voluntad de las personas para adquirir el medicamento por los mitos y teorías conspirativas que se han levantado en torno a las mismas.

Mientras que el epidemiólogo Arturo Rebollón explicó que este término es muy teórico y se utiliza para conectar cuántas personas se han vacunado para poder llegar a un nivel de defensa mínimo de la comunidad, o sea, la cantidad mínima de personas protegidas que corta la cadena de trasmisión.

Arturo Rebollón, médico epidemiólogo.
Arturo Rebollón, médico epidemiólogo. / TVN Noticias

Rebollón coincide con Sandoval en que actualmente uno de los grandes obstáculos que enfrenta el mundo para lograr ese estado de protección es la disponibilidad de vacunas, aunado al rechazo de las personas por una amplia distribución de mitos y desinformación.

“Hay que asumir todos los escenarios siempre pensando en el más cauteloso, y mientras no se tenga vacunada a cierta cantidad de persona hay que concentrase en la parte de prevención y para eso hay que reforzar el concepto de que este es un virus que se trasmite por el aire y hay que controlar el aire, y eso no es tan fácil como poner termómetros y pediluvios afuera”, manifestó.

Controlar el aire, según explicó el epidemiólogo es un trabajo difícil, ya que se trata de las corrientes de aire, los filtros de aire acondicionado, abrir ventanas, darle preferencia a playas, ríos y parques, y esto cambia por completo el paradigma de la pandemia.

Siendo Panamá un país cálido, controlar el aire acondicionado dentro de empresas parece un poco difícil, sin embargo, el experto recomienda que se cambie el código de vestimenta, el evitar usar sacos cuando no es necesario, usar camisas mangas cortas y hasta que se permita el uso de zapatillas que son más frescas que los zapatos para que las personas estén más cómodas con menos climatización.

También mencionó que en los edificios donde no existen ventanas se pueden utilizar filtros Hepa que limpian el aire y elimina los virus, además, de que las personas que puedan trabajar en terrazas o espacios abiertos lo hagan.

Destacó que en Panamá casi el 10 % de la población se ha infectado, de estos los corregimientos con peor rango de infección son Tocumen, Las Mañanitas, 24 de Diciembre, y en Panamá Oeste, lo que significa que es en estos sectores donde mucha gente puede infectar, por lo que es importante proteger a los sanos.

¿Cuándo llega la inmunidad colectiva?

Rebollón expresó que para alcanzar esta inmunización se tiene que vacunar al 70 % de la población, pero, en países como Israel y Chile que ya sobrepasaron el 25 % de la población vacunada se ha podido experimentar una caída en el número de fallecidos y hospitalizados en todos los grupos de edad.

Tú puedes tener casos, puedes tener infectados, pero ya no se mueren, eso es lo que hizo esto una pandemia, un virus respiratorio que mata gente, entonces, al controlar las muertes y hospitalizados se ahorra dinero en el sistema de salud”, indicó.

Rebollón detalló que luego de la Semana Santa, en que miles de panameños se trasladaron de un lugar a otro, no necesariamente se tiene que ver un aumento de casos dentro de los próximos 15 días, debido a que existen muchos lugares con bajos índices de contagio, sin embargo, en las provincias de Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro sí se podría experimentar un aumento por concentrar el 60 % de los casos que se reportan por semana.

Tabla de los corregimientos del país afectados con los mayores niveles de casos de COVID-19.
Tabla de los corregimientos del país afectados con los mayores niveles de casos de COVID-19. / Minsa

Por ejemplo, en la provincia de Colón donde se reportan muy pocos casos, la posibilidad de encontrar una persona contagiada es muy baja, entonces, probablemente no haya aceleración de casos en Colón. Además, Colón no cerró las playas y siempre han estado llenas en el verano. Entonces, como no hay muchos casos es una opción real de que no haya aceleración”, indicó.

Actualmente los números de Panamá frente a la pandemia son favorables y optimistas, manteniendo los casos nuevos reportados por día debajo de 500 con un 3.4 % de positividad, 4 mil 614 casos activos, de ellos 69 pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos, y 402 hospitalizados en sala.

Pero solo se han vacunado a 373 mil 520 personas, de estas 128 mil 108 han recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer, pero son 3 millones 37 mil 318 personas vacunadas que se requieren para lograr la inmunidad colectiva, por lo que será necesario honrar las medidas de bioseguridad hasta que se haya inmunizado el mayor número de personas posible y los casos disminuyan aún más.

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