Mónica Lavín se dice renovada por la novela corta

AP/México
01 de diciembre 2014 - 19:12

Mónica Lavín trató de superar dos retos al escribir su primera novela corta "Doble filo". Además de adentrarse a un género que no había explorado, busco escribir del amor rehuyendo de clichés.

"Quería contar una historia que tuviera que ver con el primer amor y este reto de la forma me hizo buscar la mejor manera de contarlo", dijo Lavín el lunes a The Associated Press en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Su deseo de incursionar en la novela corta surgió por "una provocación de la forma" sobre la que reflexionó durante una charla con algunos de sus colegas como Rosa Beltrán y Elmer Mendoza durante un viaje. Lavín buscó conjuntar el rigor del cuento y su manejo de un solo tema, pero a la vez quería mantener la capacidad de la novela para desarrollar personajes.

La historia de Antonia, una joven que acude con una terapeuta para olvidar su primer amor, se lo permitió.

"Aquí no sabía más que iban a tener varias sesiones y una quería olvidar y la otra le iba a ayudar. Fue recuperar el asombro como en mis primeros escritos", expresó la autora de "La más faulera" y "Uno no sabe".

El ejercicio la llevó a "perder el respeto de las fronteras precisas de géneros" mientras abordaba los temas del amor y el olvido.

"Para hombres y mujeres el amor es un terreno resbaladizo, peligroso. Es un reto hablarlo sin caer en clichés", señaló la autora originaria de la Ciudad de México. "El olvido es un asunto aterrador. No queremos que nos olviden ni olvidar".

Lavín indicó que a las escritoras se les encasilla, sobre todo si hablan de amor pues: "deben tener amargura, renuncia". En su caso, simplemente quería que la historia de Antonia ilustrara esa "primera vez que hablamos del amor".

Lavín, reconocida en 2010 con el Premio Iberoamericano de novela Elena Poniatowska indicó que tras esta primera novela corta se ha transformado y posiblemente marcará su futuro trabajo.

"Me voy a atrever en mis novelas a más cosas", apuntó. "Ya perdí el miedo al escrutinio. El escrutinio de los demás es problema de los demás. Antes estaba preocupada por escribir sin que mi cualidad, si hay alguna, sin que lo femenino se notara".

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