El Nido de Águilas se derrumba por negligencia y falta de mantenimiento

El Instituto Nacional, que desde 1911 ha sido bastión de luchas estudiantiles nacionales, como la gesta del 9 de enero del 64, hoy se debate en una crisis. Su sede, declarada monumento histórico en 1971, se encuentra en pésimas condiciones.

“Primero es la corriente eléctrica. Segundo, todo lo que tiene que ver con las tuberías. Luego viene la cancha, que tiene dimensiones profesionales”, manifestó Rosana Casanova, rectora del Instituto Nacional.

Su mantenimiento por ley es responsabilidad de la Comisión Nacional de Arqueología y Monumentos Históricos y de la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura (INAC).

“Hay que invertir, pero con el agravante que es patrimonio histórico. Todo diseño que se haga en el Instituto tiene que tener el aval de Patrimonio Histórico del INAC”, explicó la ministra de Educación, Marcela Paredes De Vásquez.

Se pudo observar como personal del Meduca colocó la línea eléctrica de desagües de los acondicionadores de aire. El piso de este plantel data de 1935 y para reemplazarlo se debe contratar un restaurador.

Una muestra de la pésimas condiciones de infraestructura que atraviesa este plantel, son sus 77 salones que requieren una inversión mínima de 2 mil 500 balboas para reparar las puertas. Muchas ya no pueden cerrarse debido a que las cerraduras, que cuestan unos 500 dólares, también están dañadas.

“La puerta principal se está cayendo. Tenemos dos meses de habernos reunido con el Ministerio de Educación (Meduca)”, lamentó Casanova.

“Antes no se le estaba dando el cuidado. Ahora se está tomando en serio todo lo que se tiene que hacer”, aseguró Ricaurter Cedeño Barroso, de la Asociación de Padres de Familia.

Los fondos para este plantel, según la rectora, fueron de 55 mil dólares en el 2017, dinero que a duras penas sirve para pagar los servicios básicos.

El Instituto Nacional, fundado en 1909 y trasladado en 1911 a su actual ubicación, a un costado de la Avenida de los Mártires, cuenta con una matrícula de mil 700 estudiantes. En su fachada resaltan dos imponentes esfinges mitológicas, esculpidas en bronce por el escultor italiano Gaetano Chiaremonte.