Todo ocurrió el pasado 27 de enero durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) cuando el sargento y el cabo se encontraban de turno.

El sargento aprovechándose de su rango amenazó al cabo con arrestos y turnos extras si no lo dejaba abusar de él.

Luego de una serie de atenciones sicológicas, el cabo se armó de valor e interpuso la denuncia.

El pasado domingo se realizó la audiencia de Control de Garantías, donde decretaron legal la detención del sargento quien ya tenía denuncias internas de acoso a sus subalternos.

Para Severino Mejía, de Criminología de la Universidad de Panamá, señaló que este caso fue del mismo genero y puede suceder de un varón a una mujer, debido que ahora  que la fuerzas policiales tienen más mujeres.

"Lo más importante es la supervisión. Los oficiales deben supervisar al personal y en la medida que sepan que los están supervisando y tenga estas conductas antisociales perversas, van a tener que cambiar de rumbo, y en su defecto si es detectado darle de baja”, explicó Mejía.