El Papa se despide de Panamá y deja en manos de la juventud el futuro de Latinoamérica

Ceremonia oficial de despedida del papa Francisco

Decía San Agustín: “Las palabras impresas aquí son conceptos. Debes pasar por las experiencias”. Una frase que se hizo realidad en miles de jóvenes que participaron de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y a quienes el papa Francisco invitó a “armar lío con los abuelos”, antes de partir a la ciudad de El Vaticano, la tarde de este 27 de enero.

A bordo de una avión de la aerolínea colombiana Avianca; tras ser despedido por las autoridades panameñas encabezadas por el presidente Juan Carlos Varela y por altas personalidades de la Iglesia panameña; viajó el obispo de Roma a la Santa Sede.

El pontífice argentino llegó al istmo centroamericano, cuando la región está convulsionada por los estallidos políticos en Nicaragua y Venezuela; el terrorismo que buscar imponer miedo en Colombia, el pensamiento radical contra los migrantes y una amplia brecha de desigualdad que impone miseria en los pueblos.

Francisco a través de sus discursos, dio muestra que la doctrina social de la Iglesia católica tiene una importante misión en Latinoamérica, por eso en cada una de sus intervenciones abogó por una sociedad más justa, más unida y que tenga la valentía de aceptar sus errores para empezar a perdonar y reconstruir vidas.

La Iglesia católica sabe que en la juventud está su futuro y también la solución a los graves problemas de América. Por eso Francisco en su homilía, durante la misa de envío, le pidió a los peregrinos y demás asistentes que no se queden en el “mientras tanto”, ni pensando en un cómodo futuro y tomen acciones desde el presente.

Aunque no dio nombres específicos, si hizo descripciones claras de varias situaciones que golpean a Panamá y los países hermanos. Durante su primera declaración pública ante altas personalidades y autoridades panameñas, dio duros señalamientos contra la corrupción.

“Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción”, señaló el Papa.

Además instó a construir una política más humana, donde las personas sean el centro y el corazón de todo. En esta disertación los elogios hacia la posición geográfica de Panamá y las descripciones románticas de un importante poeta panameño [Ricardo Miró] sirvieron para que Jorge Mario Bergoglio se acercará a la vocación de Panamá como país.

Los obispos latinoamericanos también tuvieron su espacio con el sumo pontífice y el llamado a que le presten atención a sus curas, que muchas veces están en posiciones vulnerables, fue parte de su mensaje central. Discurso donde la figura de un San Oscar Arnulfo Romero y su caminar como pastor en la iglesia salvadoreña fue usada como ejemplo en varias ocasiones.

"Romero no era un administrador de recursos humanos, no gestionaba personas ni organizaciones, sentía con amor de padre, amigo y hermano. Una vara un poco alta, pero vara al final para evaluar nuestro corazón episcopal" (…) Es importante que el cura encuentre al padre, al pastor en el que 'mirarse' y no al administrador que quiere 'pasar revista de las tropas”, aseguró ante los Obispos y Cardenales.

El también llamado “Vicario de Cristo en la tierra”, usó muchos símbolos que son propios de la fe católica para llegar los jóvenes y sus realidades. El vía crucis en el campo Santa María La Antigua, donde cada estación describía una problemática de los países de América Latina.

La agenda de Francisco fue apretada y el pueblo panameño salió a su encuentro. Los enfermos con VIH – Sida en la casa hogar Buen Samaritano y los jóvenes del Centro de Cumplimiento de Menores en Pacora, también tuvieron un espacio con uno de los líderes mundiales de mayor renombre en la actualidad.

Incluir a las personas y no caer en la cultura del descarte estuvieron presente en las ideas del Papa argentino, durante estos encuentros. El medio ambiente y la defensa de la casa común, por parte de los que menos tiempo tienen en el planeta brillaron en algunos actos de Francisco. La encíclica "Laudato Si" tuvo presencia fuerte en la JMJ Panamá 2019.

La Catedral Metropolitana cuenta hoy con el único altar consagrado por un pontífice y la juventud de Panamá y el mundo la experiencia en tierras latinas, donde el verano de la temporada les dio una calidez de haber escuchado y compartido con Francisco.

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