Persiste el problema de las casas condenadas

Vivir en una casa condenada es un problema para cientos de familias panameñas, situación que amenaza la vida de niños, jóvenes y personas de la tercera edad que carecen de una vivienda digna.

En Panamá existen 129 casas condenadas, 146 en Colón y dos en Chiriquí. Estas edificaciones que se van deteriorando cada vez más, por las inclemencias del tiempo, llegan a convertirse en verdaderas amenazas para sus habitantes y vecinos.

Quienes claman por mejores viviendas, aseguran que las autoridades no han cumplido sus promesas y se sienten abandonados e impotentes ante la situación que se agrava cada día.

Las aguas servidas, la falta de agua potable y electricidad, se cuentan entre las dificultades que ponen en peligro la salud de los miembros de estas familias que incluyen a niños y personas de la tercera edad.

Ellos reclaman que se realicen más proyectos de renovación urbana como los que ya se han realizado en otras barriadas que concentran a personas de escasos recursos.

El ministro de Vivienda, Mario Etchelecu, aseguró que ya se está ampliando el programa de dotación de viviendas a personas en riesgo social en las áreas de Curundú y de Brooklincito con el propósito de ofrecer viviendas seguras y accesibles para más familias panameñas.

Con información de Zelideth Cortez.