Piden más planificación y califican de 'error' que escuelas se conviertan en centros de vacunación

Vacunación y control de la pandemia en el sistema de salud público

El proceso de vacunación contra la COVID-19 en Panamá se inició en medio de sobresaltos, denuncias y descontento por parte de diferentes sectores de salud que reclaman ser inoculados por pertenecer a la línea de batalla contra el mortal virus.

El doctor Eddy Cabrera, miembro de la Sociedad Panameña de Salud Pública, dijo que la transparencia es clave y desde hace tres meses le preguntaron al ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, cuáles son los criterios para escoger la vacuna y qué comisión era la encargada y nunca obtuvieron respuesta.

Agrega que no ha habido buena planificación en este proceso.

El miércoles llegó a Panamá un cargamento de 12,840 dosis de las 40 mil que se esperaban, debido a una situación en la disminución de entrega por parte de la farmacéutica Pfizer, que enfrenta atrasos en Europa.

Según Cabrera, las fases que se iban a instrumentar se rompieron, y quedó claro con el cambio que se dio semanas después, cuando se reubicó a los docentes a otra etapa.

El médico dijo que tiene que haber una hoja de Excel con el nombre de la persona, cédula, día, lugar, factor de riesgo, lote y vacuna que se va a poner y a su juicio no se puede estar “confiando en la buena voluntad de las personas”, esto último por las denuncias que se dieron por personal de salud vacunado y que no estaba en la primera línea de defensa del COVID-19.

A su juicio, es correcto que en la fase 1 esté todo el personal que trabaje con COVID-19, por lo que sugiere que usen una lista previamente planificada.

Considera que es un error establecer escuelas como centros de vacunación, porque son sitios donde no hay un servicio de urgencias, desfibrilador, adrenalina, corticoides, para que en caso de que haya una reacción anafiláctica poder trabajar inmediatamente y no esperar una muerte.

Las autoridades han establecido que más de mil colegios y escuelas en el país se convertirían en centros de vacunación.

Insiste en que haya más planificación y no se permita que “a la buena de Dios se esté diciendo quién se quiere vacunar”.

Otro de los problemas que describió es que se contrató a la farmacéutica Pfizer, pues según dijo, "no es de los mejores laboratorios, ha sido juzgado en múltiples ocasiones perdiendo juicios por malos manejos".

Es preciso recordar que además de Pfizer, el país tiene contratos con otras farmacéuticas que deberán suministrar vacunas.

Cabrera hizo un llamado para educar a la población y se coloquen la vacuna como medio para contrarrestar la COVID-19.

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