Casos de alto perfil podrían generar 'perdida total de confianza' en la justicia

El Órgano Judicial de Panamá se prepara para resolver varios casos de corrupción

Odebrecht, Blue Apple, Lava Jato, Panama Papers, entre otros, no solo tienen en común el hecho de ser grandes casos de corrupción que involucran a la clase política y económica del país, sino que también, son llevados en la esfera del Sistema Inquisitivo Mixto, el cual desde hace muchos años había mostrado señales de debilidad, desgaste y que podría llevar al Sistema Judicial a una destrucción de su reputación.

Ante las próximas audiencias que pretenden resolver esos casos, el presidente del Colegio Nacional de Abogados de Panamá, Juan Carlos Araúz, consideró que los graves problemas del Sistema Inquisitivo rayan con las expectativas y pretensiones de la sociedad.

Estos casos donde la política y el sector económico queda entrelazado crea una tensión adicional a un enfrentamiento en la justicia que obviamente involucra mirar cómo está preparado el Sistema de Administración de Justicia. Yo diría que, ningún operador de justicia en grado de interinidad puede enfrentar la batalla en la que las partes simplemente tienden a buscar solución a la situación que se plantea”, manifestó.

Araúz también dijo que no quiere generar una expectativa falsa, ya que eso va a involucrar a que el Sistema Inquisitivo Mixto arrastre a la justicia a una pérdida total de confianza.

A su parecer, el Sistema de Justicia panameño opera a empujones, es decir que los casos solo avanzan si la opinión pública está presionando, sin embargo, cuando eso se produce y existen normas deficientes y un sistema colapsado lo que se está produciendo es una justicia con una visión torcida que responde a las voces críticas en un momento determinado y eso no proyecta credibilidad.

Araúz relacionó la inclusión de Panamá en las diferentes listas grises y negras por la falta de coherencia en las políticas públicas en materia de justicia. “Simplemente las causas llegan en el impulso del momento, la sociedad se olvida momentáneamente y surgen nuevas situaciones que van distrayendo, pero la pregunta es ¿a alguien le importa verdaderamente la administración de justicia para corregirla, transformarla y fortalecerla? Mi respuesta es que no”, señaló.

Para el abogado, los jueces deben contar con estabilidad y permanencia para dictar decisiones con convicción porque sus cargos están en riesgo cada día con las decisiones que se transmitan.

Destacó que la capacidad humana es limitada y nunca se han previsto expedientes con miles de tomos y decenas de imputados, entonces, lidiar con esos expedientes es un tema desagradable, y cosas tan sencillas como esas se transformarán en el gran obstáculo para el sistema de justicia por no prepararse.

“Ni siquiera se puede pronosticar que vaya a existir audiencia, las posibilidades de poner incidentes, distintos recursos en otros tribunales y que de forma simultánea cada imputado haga el debate de su situación procesal va a hacer que esto sea simplemente ingobernable, y esa es una de las críticas que yo hago que cuando se creó la figura de los acuerdos nunca se previó que debían segmentarse”, expresó Araúz, reiterando que ese día tan esperado no va a llegar.

Concluyó diciendo que para que la justicia cambie hay que ser críticos para aceptar que el sistema ha sido abandonado y ese abandono tiene que producir consecuencias severas donde la reputación del país va a quedar en el suelo.

Este no es un problema de los jueces, es un problema de un sistema de justicia que no se fortaleció y deliberadamente se abandonó. No puedo tirarle la cruz a los jueces de que ellos van a producir el colapso de estos expedientes cuando todo el engranaje político ha trabajado para que la justicia esté arrodillada en la ruina y en la desidia”, finalizó Araúz, manifestando que lo político siempre ha estado por encima de lo jurídico y ese es el mayor reproche que él hace, esperando que la destrucción de la reputación de la justicia lleve a un nuevo renacer.

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