Subsidios, un arma de doble filo para el país

Panamá ha mantenido una lucha generacional contra la pobreza, y a pesar de los ingentes esfuerzos por lograr el acceso en igualdad de condiciones, para muchos, este objetivo no ha sido alcanzado.

El aporte que genera el Estado panameño a diversos programas sociales, de Transferencias Monetarias Condicionadas (TCM) y subsidios estatales, también son apoyados por organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, quienes financian a largo plazo programas como: Red de Oportunidades, 120 a los 65, Ángel Guardián, Beca Universal, entre otros.

Para la exdiputada del Partido Popular y miembro de Fundagénero, Teresita Yaniz de Arias, los subsidios deben cumplir un propósito, pero además, se debe implementar un programa que permita a la gente ir soltándose de los subsidios y valerse por sí misma”.

“El subsidio debe ser una medida para cortar esa brecha de la pobreza, que nunca será suficiente mientras no tengamos una sociedad que aspire a tener niveles de igualdad y para mí, los dos indicadores reales son: la educación y la salud”, señaló de Arias.

Para la exdiputada, mientras esto no ocurra, “nos están echando cuentos que no tienen sustentos en el tiempo, porque no se ven los frutos más allá del momento en las encuestas. Los subsidios son válidos si son instrumentos para hacer a la gente independiente de la política y la politiquería”.

¿Qué sucedería si los subsidios no pueden sostenerse en el tiempo?

En la actualidad, Panamá se mantiene como líder en crecimiento económico en América Latina, cerrando el año 2015 con un crecimiento del 6%, lo que representa seis veces más de lo que crecerán en promedio los países de la región, según las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Pero, ¿Qué pasaría con los subsidios si la economía deja de ser pujante?

Según el economista, Adolfo Quintero, las Transferencias Monetarias Condicionadas como Red de Oportunidades y 120 a los 65, van a generan dificultades, porque no todo el tiempo va a crecer la economía en el país, por lo que puede haber desaceleración y decrecimiento, y en el caso de estos programas la demanda van a ir creciendo.

Panamá, está entre los 20 países con peor distribución de las riquezas del mundo y es necesario establecer los límites, según objetivos para poder sostener los subsidios”, señaló Quintero a TVN-2.com.

Para el economista panameño, "la Beca Universal, debe ser reprogramada y se requiere la medición de los resultados".

“Se necesita un real compromiso de los estudiantes y la familia, para que se generen resultados positivos, porque la educación debe ser el mecanismo para lograr mejores condiciones de recurso humano para el país”, concluyó Quintero.

Informe de la ONU

Según un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Panamá aproximadamente 4 de cada 10 personas viven en pobreza total (36.8%) y del total de la población, el 16.6%; es decir 508,700 panameños se encuentran en situación de pobreza extrema.

Financiamiento

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), firmó recientemente un acuerdo de financiamiento con el Banco Mundial, para la puesta en marcha del “Programa de Fortalecimiento del Sistema de Protección e Inclusión Social” por un monto de $75 millones, el cual será ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), a fin de mejorar la capacidad de generación de ingresos de los pobres y sectores vulnerables.

Estrategia gubernamental

El plan de sanidad básica, acceso al agua potable, control de precios, Panamá Bilingüe, transformación del sistema de salud, así como los diversos programas de protección social, son algunas de las iniciativas que desarrolla el gobierno en la lucha intergeneracional de pobreza que enfrenta el país.

Según la viceministra de Asuntos Multilaterales y de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, María Luisa Navarro, el gobierno ha puesto en marcha un plan de inversión para afrontar con un enfoque multidimensional la pobreza, lo que representa más del 50% de los casi 20,000 millones de dólares que destinan para tratar de reducir la desigualdad entre 2015 y 2019.