Testimonios de una ruta que los migrantes llaman 'el infierno de Darién'

Muchos son los que con la esperanza de encontrar un futuro distinto al que posiblemente tendrían en sus países de origen, se han lanzado a una travesía migratoria incierta y llena de calamidades, para poder lograr el sueño de llegar a Estados Unidos.

Bryan Maldonado, venezolano, que con nada más que una mochila, un petate y la compañía de su esposa e hija, han sido uno de esos tantos migrantes que ha llegado al poblado de Bajo Chiquito, la comarca Emberá, para continuar con esa travesía.

Con la voz quebrantada cuenta lo difícil que fue tener que atravesar la zona selvática y dejar atrás en su natal Venezuela al resto de su familia, todo con el objetivo de poder ayudarlos económicamente.

Maldonado señala que, si tendría que volver a hacer todo el esfuerzo lo haría, pero no a través de la ruta atravesada.

Violaciones y muertes, estas son algunas de las razones. “Un grupo armado agarraron a las mujeres…y dale para adentro a violarlas y uno afuera apuntado”, relata.

Esta situación, según Maldonado, ocurre donde está el primer campamento de los policías ya en territorio panameño.

“A los niños los dejaron con nosotros y a las mujeres que les gustaron las violaron y a las que no, les metieron mano igual…yo agarré a mi hija”, recalcó.

Estas son las penurias a las que cientos de migrantes se exponen con el único fin de llegar a Estados Unidos y lograr ese denominado “sueño americano”.

Recientemente, las autoridades del país realizaban una gira en Darién para verificar la situación, luego de una serie de denuncias sobre supuestas violaciones a mujeres, niños y niñas migrantes.

Panamá junto a otros países de la región analizan la situación con la actual crisis migratoria, que se agrava en medio de la pandemia.

Con información de Fabio Caballero