34 homicidios este año en Chiriquí

Chiriquí no escapa a los niveles de violencia que se registran en todo el país. Tan sólo en el año 2014 se han registrado en esta región unos 34 homicidios, la mayoría de ellos relacionados a rencillas entre bandas rivales, ajustes de cuentas por tumbes del narcotráfico.

Entre los meses de marzo y abril, la rencillas entre tres de las principales bandas que operan en la Victoriano Lorenzo, Los Abanicos, calle Octava y Loma Colorada, dejaron ocho muertos.

Y es que según las autoridades del Ministerio Público (MP) en esta provincia, operan unas 20 bandas delictivas que están activas y que tienen ramificaciones en otros distritos de la provincia y los sectores fronterizos. La población reacciona con recelo y temor, pide mano dura de las autoridades.

La Policía Nacional, al igual que las autoridades de gobierno, apuestan por la desmovilización de los miembros de varias de estas bandas que han decidido acogerse al programa "Barrios Seguros", que busca sacar a muchos de estos pandilleros de las calles y de la violencia.

Unas 25 armas de fuego, entre pistolas, revólveres, fusiles de guerra y granadas, fueron entregadas por los miembros de al menos cuatro pandillas que decidieron acogerse al plan. Son unos 100 pandilleros que anunciaron integrarse al mismo, de los cuales unos 60 permanecen activos en "Barrios Seguros".

José Flores, jefe de Policía en Chiriquí, afirmó que se les está garantizando la seguridad a los ahora expandilleros, para que no vaya a haber incidentes durante el programa.

En tanto, el pastor Jorge Oscar Downie, señaló que el compás está abierto para que otras bandas ingresen al programa.

La violencia entre los miembros de estas bandas no está circunscrita a las calles, también a lo interno de la cárcel de David, en donde muestran su fuerza y control. Dentro de la cárcel de David, en donde hay unos mil 200 detenidos, operan con fuerza más de seis de las principales bandas.

Los últimos hechos de violencia entre estas bandas han motivado que las autoridades carcelarias procedan al traslado a otras regiones de los cabecillas de estas bandas, para evitar más inestabilidad.

Como problema social, los niveles de desempleo y la falta de educación, son los que inciden en la formación de estas pandillas y por ende la violencia en las calles.