Los partidos reciben cinco veces más dinero público que hace 20 años

Bandera de los partidos, en la Asamblea.
Bandera de los partidos, en la Asamblea. / TVN Noticias

Entre 2019 y 2024 los partidos políticos necesitarán unos $100 millones de dinero público para financiar sus campañas electorales y para funcionar.

La cifra es cinco veces más que hace 17 años, período en el que el padrón de los partidos políticos ni siquiera llegó a duplicarse.

“Los partidos han basado el crecimiento de su subsidio en el de la economía, pero ha sido mucho. Hay que ser realistas”, dice Annette Planells, vocera del Movimiento de Independientes (Movin). En ese lapso, el PIB de Panamá ha pasado de $11 mil millones a $52 mil millones.

El Código Electoral establece que el monto de subsidio a los partidos es del 1% de los ingresos regulares del Gobierno Central. Aunque el año pasado la sociedad civil propuso bajarlo a 0.5%, los colectivos hicieron bloque y trancaron la reforma.

De alianzas tácitas

El exmagistrado Guillermo Márquez Amado asegura que el Tribunal Electoral (TE) siempre ha “hecho bloque con los partidos, porque se entiende con ellos”, por lo que no respaldó la propuesta de reducir a la mitad el gasto.

Una de las reformas claves que propone el TE y discute la Asamblea Nacional desde esta semana es que el subsidio electoral sea el único que financie la publicidad en las campañas.

Los recursos para ello saldrán del subsidio preelectoral, que de $6.1 millones en 1999 pasó a $27.4 millones en 2014. Y serían en 2019 de $60 millones.

“Esto ha pasado de ser una fiesta electoral a una fiesta comercial”, cuestiona Márquez Amado, para quien con la publicidad “los políticos pasan a ser objetos de anaqueles de supermercado”.

“Los políticos deben ser líderes con contenido, y eso no se compra en un súper”, insiste.

Transparencia, una cuestión fundamental

Las fuentes consultadas por TVN Noticias también sostienen que es fundamental que los partidos justifiquen el “excesivo” monto que les dará el país.

“Si no, es un despilfarro de recursos del Estado que no ayuda en nada al fortalecimiento de la democracia”, planteó Magaly Castillo, directora de la Alianza Ciudadana Pro Justicia.

El dinero que recibirán los partidos en el próximo período presidencial será casi diez veces más lo que se necesita para poner a andar una escuela modelo, y poco más del doble de lo que requiere el Metrobús para comprar más autobuses y mejorar su servicio.

Entonces, Castillo y Planells coinciden en que es necesario que, así como han decidido mantener su nivel de subsidio público, los partidos voten por ponerle control a las donaciones privadas para las campañas políticas.

“El subsidio debe estar condicionado a un mayor control y transparencia del financiamiento privado, y a un tope de donaciones. Si esto no se hace, no tiene ningún sentido el subsidio estatal”, argumenta Castillo.

Para Planells, ese es “un punto primordial” en el paquete de reformas.

El subsidio postelectoral (que se entrega en cinco partidas anuales después de las elecciones) es también motivo de debate: en 17 años, pasó de $8.9 millones a $41.6. Es decir, se quintuplicó.

“Los ciudadanos tenemos derecho a saber cómo (los partidos) utilizan el dinero del subsidio, es una información que debe estar en el portal de internet de todos” los colectivos, sostiene Magaly Castillo.

Y no sólo transparencia. Para el exmagistrado Guillermo Márquez Amado, es importante que la distribución de ese subsidio sea equitativo: que los independientes y los partidos tengan igual acceso al dinero. La última reforma le da el 80% de los recursos a los colectivos políticos y el 20% a los independientes.

“Tiene que ser igual para todos, no podemos ser partidocráticos”, propone.

La Comisión de Gobierno de la Asamblea Nacional pretende llevar la reforma electoral al Pleno legislativo la semana entrante.

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