Bailes y problemas personales entre los temas que se debaten en la Asamblea

Pleno de la Asamblea Nacional
Pleno de la Asamblea Nacional / Cortesía/Asamblea Nacional

Miguel Fanovich termina de hablar y convierte al Pleno de la Asamblea Nacional en una especie de circo que acaba de vivir su último show: los diputados le ovacionan golpeando su curul, y el diputado Sergio "Chello" Gálvez le aplaude con fervor idílico.

Dice que el sueño de los diputados es que cada vez que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) abra un hueco para hacer una reparación, se licite también la reconstrucción de la calle. Él, militante de dos partidos de derecha, dice también que es antimperialista, y que “el sueño de Bolívar no se cumple”.

Es el último de diez legisladores que ha aprovechado el período de incidencias para decir todo lo que se le cruza por la cabeza: unos reclaman que hablen mal de ellos, otros que los extranjeros saquen de Panamá dinero de los panameños, y unos más revelan que están organizando clases de bailes en sus circuitos.

En eso los diputados invirtieron una hora de la sesión del Pleno del pasado martes 10 de enero, en la que debían empezar a discutir las reformas electorales, tema que fue postergado.

¿Qué está en la psiquis de nuestros diputados?

El politólogo Richard Morales ha hecho ya una radiografía.

“Los diputados son matraqueadores por excelencia, pragmáticos, que saben negociar, detectar oportunidades. Son astutos, y utilizan eso para tratar de ganar apoyos”, dice.

Pero –agrega Morales- su astucia es selectiva. “No son de grandes ideas ni tienen deseos de servir a la comunidad: en términos generales no tienen visión a largo plazo ni comprensión cabal de los grandes temas sociales. Siempre están concentrados en los temas locales, los cotidianos y los banales”.

De bailes y otros debates...

Diputado Miguel Fanovich.
Diputado Miguel Fanovich.

La panameñista Katleen Levy se para, deja caer su faldón, y empieza con una rendición de cuenta que sabe a mea culpa: ese día inauguró ocho cursos de baile en su circuito y 800 niños se inscribieron. Un logro.

“Los diputados somos golpeados porque dicen que estamos para hacer leyes. Pero si los representantes hicieran su trabajo no estuviéramos en la necesidad de hacer y coordinar actividades para niños y jubilados del circuito”, reclama antes de denunciar que la gente que va a las playas de Panamá Este no le permite a los residentes del área llegar con tranquilidad a MetroMall, y se meten en sus patios para robarles sus manzanas y naranjas.

En octubre pasado, el 73% de los panameños consideró como negativa la gestión de los diputados, un índice que cayó a la mitad desde febrero de 2015, después del juicio a Alejandro Moncada Luna por corrupción.

Pero el martes la Asamblea no discutía nada sobre corrupción, el tema que ha acaparado la atención mediática del país esos días.

La mayoría de la sociedad ignora siquiera los discursos de los diputados. Con muy pocas excepciones las ideas que representan son irrelevantes", Richard Morales.

El diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Javier Ortega aseguraba que investigó cuánto sale del país en remesas de extranjeros, a los que acusó de estar expatriando de Panamá dinero de los panameños. Con eso los extranjeros “compran casa y montan negocios en sus países”, agregó.

Hasta diciembre de 2016 de Panamá salieron $314.3 millones en remesas, pero entró 13 veces más dinero de inversionistas extranjeros.

Katleen Levy.
Katleen Levy.

Aun así, el diputado de Cambio Democrático (CD) Aris de Icaza aplaude a Ortega. Y no sólo a él sino al polémico presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Pone de ejemplo que ese mandatario aumentará el impuesto a las remesas mexicanas para construir el muro fronterizo y celebra que haya despedido a todo el personal diplomático gringo.

“Él es un presidente que piensa en el bienestar del pueblo”, dijo sin recato.

La polémica que nadie escucha

En algún momento tenemos que buscar que el debate sea más profundo, coherente, de altura, y que nos podamos llevar la sensación de que estamos en una Asamblea que representa dignamente al pueblo panameño", Gabriel Soto, diputado panameñista.

Rubén Frías, también diputado de CD, toma la palabra después de él para cambiar radicalmente de tema: alguien está enviando a un abogado a los medios para que hable mal de él. “Lo tengo subiendo y bajando escaleras”, le dice a un pleno que no lo escucha: sus colegas hablan entre sí o leen el WhatsApp.

Ni siquiera el panameñista Gabriel “Panky” Soto le ha prestado atención. A diferencia de Frías, muchos diputados quedaron sorprendidos cuando él dijo que los ministros panameñistas eran los mejores del gobierno de Juan Carlos Varela, que se compone incluso de independientes y populares.

Arriba: 'Panky' Soto y Aris de Icaza. Abajo: Rubén Frías y Javier Ortega
Arriba: 'Panky' Soto y Aris de Icaza. Abajo: Rubén Frías y Javier Ortega

Lo que tal vez desconocía es que, según la encuesta de Dichter y Neira de diciembre, apenas una tercera parte de los panameños aprueba la gestión del Gabinete.

Fuera del Pleno, Soto reconoce a TVN Noticias que los diputados “somos una muestra de la sociedad panameña”. “Muchas veces la sociedad espera que nosotros podamos transformarnos desde nuestra realidad y saltar a un estrado donde llenas las expectativas del pueblo. Pero venimos con todas las deficiencias naturales del contacto con nuestra realidad”, insiste.

El politólogo Richard Morales se niega a creer en esa visión. “Ellos, los diputados, no reflejan lo que somos los panameños, sino los vicios que tenemos”.

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