Fuertes lluvias en Chiriquí provocan derrumbes, caída de árboles y crecidas de ríos

La Fuerza de Tarea Conjunta informó este miércoles, en conferencia de prensa, que se mantendrá la alerta amarilla para la provincia de Bocas del Toro y la alerta verde para el resto del país.

El viceministro de Educación, Carlos Staff, señaló que las clases seguirán suspendidas por seguridad, hasta el día de mañana, en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí (distritos de Barú, Renacimiento, Boquete; corregimientos de Volcán y Cerro Punta), y la comarca Ngäbe Buglé.

El director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, señaló que los afluentes de los ríos Chiriquí Viejo y Caldera se mantienen en su cauce. "Estamos manteniendo todas las medidas de seguridad en estos puntos", detalló.

Donderis explicó que se han registrado dos deslizamientos menores en las áreas de Volcán y Cerro Punta, por lo que se establecerán centros de mando y vigilancia.

Además, la FTC determinará medidas especiales por las lluvias intermitentes que se registren en estas áreas del país.

También se mantiene el zarpe de las embarcaciones en Bocas del Toro, exceptuando el ferri, y recomiendan a las barcas artesanales evitar salir a las costas del Caribe panameño por seguridad.

Se prevé que el huracán Otto entre en contacto, en horas de la madrugada, en la zona fronteriza entre Costa Rica -donde ya se ha decretado emergencia nacional- y Nicaragua.

Los técnicos de Hidrometeorología de Etesa pronostican que se mantendrán las lluvias de ligeras a moderadas en Chiriquí, Bocas del Toro y la comarca Ngäbe Buglé, mientras que en el resto del país prevalecerán los nublados dispersos.

Más temprano, se reportó que los ríos Chiriquí Viejo y Caldera habían aumentado su caudal. Además, en redes sociales se había reportado deslizamientos de tierra en la vía hacia Cerro Punta y Alto Bambito.

Además, el Cuerpo de Bomberos de Bugaba atendió un caso, en el área de Volcán, por caída de árbol.

Las lluvias, que aún se mantienen en las zonas bajas de Barú y Alanje, en la provincia de Chiriquí, atemorizan a los campesinos y residentes de las áreas afectadas, quienes han dicho que no quieren regresar al sector por temor a ser arrastrados por las crecidas de ríos, quebradas o canales.

Varios de las familias, que permanecen albergadas en Majagual, Los Olivos y La Esperanza, dijeron que, pese a que las lluvias han disminuido en intensidad, los niveles de las aguas en sus casas siguen siendo alto, lo que puede propiciar otras afectaciones o ponerlos a ellos en peligro.

Además, se ordenó el cierre de los albergues y el reinicio de clases a partir de mañana, jueves 24 de noviembre, sin especificar qué sucedería con los albergados de Alanje y Barú.

Con información de Demetrio Ábrego.