La sociedad tiene el reto de reinsertar a los niños y adolescentes, tras un año de convivencia virtual

Tras más de un año de educación a distancia y virtual, miles de estudiantes empiezan a volver a las aulas para reforzar conocimiento y vivir un proceso de readaptación a las escuelas, etapa que para la psiquiatra infantil Nilda Santamaría es sumamente importante y necesaria.

Santamaría rescató que el retorno a clases a estas alturas del año y de forma semipresencial es positivo porque los menores no tendrán mayor exposición mientras se readaptan. Para ella es importante volver a crear una rutina en los menores, ya que para los estudiantes era cómodo iniciar clases sin bañarse y ni siquiera pararse de la cama, pero ahora será diferente.

La especialista habló sobre los obstáculos o desventajas que están percibiendo en los estudiantes al retornar a clases, como no poder moverse en su entorno, pero estas son pequeñeces comparadas con los beneficios de volver a las aulas.

Detalló que los menores se han acostumbrado a que desde la pantalla los docentes no pueden imponer disciplina, pero la sociedad está regida por reglas para la buena convivencia, entonces, el retorno a clases significa que el docente impondrá orden, disciplina y estará pendiente de lo que hagan los estudiantes.

Contó que ha conversado con los jóvenes que están por pasar a la vida universitaria sobre su sentir y las desventajas que tienen para hacer el examen de ingreso, porque mientras en las aulas se ven obligados a aprenderse las asignaciones, en la casa se puede "hacer trampita" y eso deteriora el aprendizaje.

“Se van a resistir, sobre todo los adolescentes, a tratar que se les inserte al entorno de sociabilidad, orden, disciplina, aceptación y cumplimiento de reglas, entonces, podemos encontrar de pronto que no responden o responden de forma grosera, pero por favor, esto no hay que patrocinarlo, pero sí entenderlo”, manifestó.

Santamaría resaltó que es valioso conversar con los estudiantes sobre cómo se están sintiendo, cuáles son sus dudas y temores de retornar a clases, brindarle apoyo, escucharlos y explicarles que tienen que seguir con las medidas de bioseguridad para mitigar la propagación del virus.

“Desde la casa se tiene que manejar el miedo y se tiene que ayudar para la adaptación a su nuevo entorno que se acompaña de mascarillas, caretas, separación de sillas, y de una serie de medidas, y emplear el término para disminuir el riesgo de contagio”, aseveró.

Hizo un llamado a los docentes, padres de familia y a la sociedad en general a unirse para ayudar a los niños y adolescentes a perder el miedo y esto se hace a través de las medidas de seguridad, la comprensión y el sentido de que los están apoyando. Señaló que se debe evitar transmitir miedo, sino transmitir cómo enfrentarlos usando los recursos que tenemos como la careta y mascarillas.

Finalizó pidiendo que se reactive el comité psicológico, porque habrá niños que sufrían de bullying y ahora están con el temor de volver a la escuela.