Hidratación para las quemaduras del sol
La exposición al sol en ocasiones es inevitable y la piel es la que sufre las consecuencias. Por lo que podemos hidratarla de forma muy práctica y con elementos que tenemos en nuestro hogar.
Cuando la piel se enrojece a causa del sol, podemos hacer lo siguiente. Hervir dos bolsitas de té de manzanilla y después le vertimos agua fría.
Con unos algodones o pañitos suaves se aplica en las áreas afectadas para desinflamar. Estas se aplican al día siguiente de la exposición.
También es imperativo hidratarse con mucha agua.