Política y justicia, el regreso de Martinelli y la lucha de poderes en Panamá

Radar Bloque 1: Introducción

El regreso del expresidente Ricardo Martinelli a Panamá y el choque de fuerzas entre la Contraloría, Asamblea Nacional y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) fueron los temas discutidos este domingo 10 de junio en Radar.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ya declaró extraditable al exmandatario. Se espera que llegue a Panamá la próxima semana, en medio de un turbio panorama político y a pocos meses de las elecciones primarias de su partido Cambio Democrático (CS). Enfrentará a la justicia panameña por el delito de interceptación de telecomunicaciones, en el conocido Caso Pinchazos.

La CSJ tiene en sus manos el destino del expresidente. Legalmente, su futuro es incierto. Uno de los factores claves es el “principio de especialidad”. En esencia, este principio señala que Martinelli solo podrá ser juzgado por el delito por el cual se solicitó su extradición. Martinelli ha sido señalado en unos 10 procesos diferentes, entre ellos el caso Financial Pacific, la entrega de indultos y peculado. Estos delitos podrían prescribir mientras se le investiga exclusivamente por los “pinchazos”.

Los abogados del panel interpretaron de forma diferente los posibles escenarios, pero coincidieron en que será la Corte la que tenga la última palabra.

Alfonso Illueca, abogado especialista en Derecho Internacional, destacó que una de las grandes interrogantes pendientes es saber si Martinelli decidirá renunciar al Parlamento Centroamericano (Parlacen) en cuyo caso dejaría de ser competencia de la CSJ y pasaría a la justicia ordinaria. Sin embargo, el proceso de renuncia podría ser extremadamente complejo y prolongado.

¿Víctima o victimario?

“No viene como turista, viene detenido”, afirmó el abogado Ernesto Cedeño. Recordó además que se le realizará una audiencia a Martinelli para decidir la aplicación de medidas cautelares. Estas podrían ir desde la detención preventiva hasta la “casa por cárcel”.

Cedeño alertó que el vía crucis legal de Martinelli podría terminar favoreciéndolo. Recordó el caso de Ana Matilde Gómez, quien fue destituida como Procuradora y ahora es diputada; y el del propio Juan Carlos Varela, quien fue atacado en campaña y terminó convirtiéndose en Presidente de la República.

El columnista Xavier Sáez Llorens afirmó con pesadumbre que muchos panameños creen en el “robó, pero hizo obras”, y esperan la llegada de Martinelli, a quien muchos asocian con el crecimiento económico acelerado que experimentó Panamá durante su mandato.

A menos de un año de las elecciones generales del 2019, Martinelli cae como un chorro de kétchup en el guacho político, dulce o repulsivo dependiendo de a quien se le pregunte. Los politólogos no se deciden si terminara siendo un trofeo de la administración Varela, o una fuerza que mueva lealtades con su billetera y carisma, redibujando el panorama político.

“La compra de conciencias es un factor”, reconoció Ana Matilde Gómez. “Pero sin bancada no tiene poder”, declaró. Reconoció que nadie sabe lo que vaya a pasar, especialmente en un momento en que los poderes públicos se encuentran enfrentados.

Bienvenidos al show

Esta semana, el contralor Federico Humbert reveló un cerro de descarados abusos con de las planillas de los diputados de la Asamblea Nacional. Personal cobrando por trabajar los inexistentes 30 y 31 de febrero es sola una de muchas irregularidades detectadas.

Pero para el precandidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Democrático, Rolando Mirones, sus acciones son solo un show mediático. No defiende las acciones de los diputados, pero afirma que Humbert actuó por motivaciones políticas personales y de una forma que viola el debido proceso, por lo que podría terminar cayéndose el caso contra los Padres de la Patria.

“Quiero que se haga justicia, no un espectáculo”, manifestó Mirones. “Celebramos las condenas en otros países, pero no vemos que se logran porque se respeta el debido proceso”, acotó.

Mirones no ve ninguna crisis institucional en el país, solo el choque de poderes en una democracia representativa.

“Estamos malacostumbrado a que el presidente (de la República) controle la Asamblea”, apuntó Jaime Raúl Molina, abogado y miembro de la Fundación Libertad. Molina también fue crítico de las acciones del contralor. “Han pasado años de estos manejos, ¿y ahora es que vemos una Contraloría diligente, investigando?”, cuestionó. “Se deben hacer auditorías, pero hay sabor a que esto responde a un interés político”.

Más allá del tiempo político, los panelistas coincidieron en condenar el descarado y vergonzoso actuar del Órgano Legislativo.

Saéz Llorens, médico de profesión, puso el dedo en la llaga de la Asamblea Nacional. “¿Qué integridad tiene la Asamblea para juzgar al (exmagistrado de la CSJ) Moncada Luna por corrupción, si casi todos son corruptos en la Asamblea? ¿Qué integridad para llamar a rendir cuentas a directores de instituciones si ellos no rinden cuentas?”, cuestionó el doctor.

Se especula que el Ejecutivo de Juan Carlos Varela ha tomado represalias por el rechazo a sus candidatas para la CSJ; que CD y PRD unieron fuerzas para tomar el control de la Comisión de Credenciales; que el contralor y sus auditorías son solo la última de una serie de movidas en un ajedrez político.

Lo cierto, señalaron miembros del panel, es que sin estos enfrentamientos la ciudadanía quizás nunca hubiera conocido de los escándalos y despilfarro del dinero público, porque las piezas de este ajedrez, o Juego de Tronos criollo, las pagan todos los panameños.

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