¿Somos conformistas o siempre vemos lo positivo?

Bloque 1 Panamá en el Mundial: alegría vs. resultados

La reacción de los panameños ante temas como: la política, la corrupción, la educación y el deporte, podría considerarse como una muestra conformismo o de un positivismo extremo.

Frases como, “robó, pero hizo”, fueron analizadas por el grupo de panelistas invitados al programa Radar, que iniciaron con el fenómeno de moda, la participación de Panamá en el Mundial de fútbol Rusia 2018.

Para el doctor y columnista Xavier Sáez Llorens la forma en que la selección de fútbol de Panamá fue recibida con una caravana es parte de la idiosincrasia latinoamericana, pero también de países en subdesarrollo.

“Países como el nuestro tratan de ser felices, a pesar de lo que pase, para mitigar las experiencias adversas”, expresó Sáez Llorens.

Lo que considera preocupante Sáez Llorens fue el paso de la felicidad a la agresividad. Esto debido a los ataques al periodista Santos Cano, tras utilizar la frase el “peor equipo del Mundial”, en una pregunta dirigida al técnico de la selección panameña.

Para el economista Roberto Brenes, las personas se identifican tanto con el fútbol, que eso crea distorsiones en su forma de mirar los hechos.

Brenes expresó que había que trabajar en tener una “autoestima fuerte” y donde las personas pueden entender que hay “cosas que van a pasar”.

La alegría mostrada por el panameño en el Mundial, a pesar de las goleadas, llamó la atención internacional, con esto se queda el abogado Ebrahim Asvat.

Para Asvat fue muy llamativo ver una fanática que celebró una derrota 6-1 y que perdió todos los juegos.

Contrario a esta posición, Edilia Camargo, filósofa y atleta, expresó que para ella fue una indignación ver como se celebró a pesar de los hechos.

“Esta felicidad se desprende de una ceguera. Me indigna que todo un país llegue a tal extremo de ceguera ante los hechos”, expresó Camargo, quien apunta a que como nación hay un problema de fondo.

El sociólogo Danilo Toro sostuvo que el fútbol es “narcotizante” y donde cada uno de los componentes de la sociedad busca sacar ventaja.

“Tenemos un tejido social que por casi una década ha sido flagelado. Pero el fútbol unió a gente en posiciones antagónicas que compartieron el mismo espacio”, expresó Toro, quien también aplaudió la alegría mostrada por la fanática panameña en Rusia. “Fue la mejor campaña que el país tuvo. El país se vendió por su alegría”.

“El fútbol ha condicionado a todas las sociedades a acomodarse a él como sea", así lo expresó Jorge Eduardo Ritter, analista de Radar, quien considera exagerado los hechos como “dar un día de asueto porque clasificamos al Mundial”.

“Robó, pero hizo”

Para el abogado Asvat, la población si muestra conformismo con la corrupción, pero considera que el panameño se cree la frase “robó, pero hizo”.

“La corrupción es una herramienta de los seres mediocres, que a través de los esfuerzos propios o de sus valores, no han podido alcanzar la meta que se han planteado y buscan el camino más fácil y el juego vivo”, aseguró Asvat, quien también cuestiona que los panameños hablan de la corrupción en terceras personas, “pero nadie habla de su propia corrupción”.

“El ciudadano que vende su voto para que lo ayude en su deficiencia, cree que si no tiene acceso a los políticos no va a tener respuesta”, aseguró el abogado.

“La gente no sabe cuánto le cuesta la corrupción”, manifestó el economista Brenes.

“Hay un problema cuando un ciudadano tolera la corrupción, porque cree que tiene un beneficio mayor con una carretera”, indicó Brenes, quien manifiesta que cuando las personas se pongan a sumar y restar las consecuencias de un sistema corrupto, tal vez muestre una postura contraria a los actos.

“Robó, pero hizo. Y la gente siente esto justo, porque cree que participa de la riqueza nacional”, sentenció el economista.

Para la filósofa Edilia Camargo, la corrupción está ligada a la poca información que tiene el ciudadano.

“Si no sé qué derechos tengo, no puedo defenderlos, ni invocarlos. Me tengo que conformar con lo que me dan”, así explica Camargo la actitud de muchos panameños ante la corrupción.

“Todo ciudadano debe tener acceso a saber cómo se gasta su dinero, porque es dinero de todos”, expresó Camargo, quien cree que “la corrupción es un problema de violencia institucional”.

Según el doctor Sáez Llorens el “robó, pero hizo” se volverá el próximo eslogan de la campaña electoral.

Para Sáez Llorens la corrupción guarda relación con la desigualdad en la educación. “La principal vacuna contra la corrupción es la educación”.

“No es racional que la gente diga todos los políticos van a robar, pero se queden tranquilos mientras les llegue algo”, manifestó el doctor.

“Esta tolerancia a la corrupción es complicidad social. La gente es consciente de la falta de oportunidad y toma lo que den. Desde loterías hasta becas internacionales”, expresó el sociólogo Toro.

“La economía de la corrupción y sociedad de la corrupción, se define desde la estructura del poder que es corrupta. Se trata de una sociedad que no es consciente, ni se da cuenta que hace exactamente lo que le perjudica”, indicó el sociólogo.

“La educación va ayudar a darle fuerza al sistema inmunológico contra la corrupción. Hay que educar para que ciudadano sea libre y sepa escoger”, dijo Toro.

Las expresión “robó, pero hizo” y “que hay pa’ mi”, es la muestra de la falta de solidaridad de una sociedad, aseguró Ritter.

“Condonamos los actos ilícitos y lo catalogamos como parte del juega vivo de los panameños, todo para decir que algo no está malo”, indicó Ritter.

Educación vs. corrupción

“A los gobernantes no les interesa que haya buena educación, se nutren de la gente pobremente educada”, expresó el doctor Sáez Llorens, quien considera que es vital educar a la personas para que exista los contrapesos.

Sobre el discurso del presidente Juan Carlos Varela, del pasado 1 de julio, donde indicó que miles de panameños salieron de la pobreza, el también columnista señaló “los sacó de la pobreza y los sumergió en la vagancia con subsidios”.

La educación debe servir para liberar a las personas y ayudarlas económicamente, a esta conclusión llegó el economista Brenes.

Brenes considera que en Panamá no se está generando un nivel básico de bienestar social, porque sólo se enfocan en cifras económicas, pero se han olvidado de fortalecer los sistemas educativos, de salud y de transporte.

“Ahora se hace para robar, no es sólo robó, pero hizo. Se hacen obras cuyo propósito no es cumplir con el mandato. No se hacen obras, ni caminos comunales porque no hay mucha coima”, aseguró Brenes.

La falta de educación y los valores nos afectan como país, indicó Asvat, quien señaló que le preocupa que la solución que plantean algunos sectores es buscar la salvación en figuras antidemocráticas.

La educación es un derecho, igual que la salud y la cultura, expresó la filósofa Camargo.

“Hay que pasar del sistema feudal del señor encomendero y dar el paso a una democracia representativa”, afirmó Camargo, quien agrega que en Panamá no se presta atención a los indicadores de las ciencias sociales.

“¿Dónde está el porcentaje del presupuesto del Estado a la investigación científica?”, se pregunta la filósofa.

“Hay un bajón enorme y un hueco que deja la falta de escuelas. Hemos llegado al extremo que hay planteamientos que hablan de cerrar universidades”, cuestionó el sociólogo Toro.

“Cuando un país pierde su sentido histórico, apuesta a una ignorancia colectiva. Si el país se desmemoriza, cometerá el mismo error una y otra vez”, señaló Toro.

Para Ritter, los políticos apuestan a la ignorancia y a la dependencia económica del electorado, en espera que éste les dé las gracias por la dadivas.

“Los países más disconformes de la educación son los que más alto nivel tienen. No tenemos conciencia que tenemos una pésima educación. Solo nos acordemos de ella en la campaña política”, indicó el analista de Radar.

Provocar los cambios

“A los corruptos, hay que llamarlos corruptos”, aseguró Brenes, quien apunta a que se busquen las condiciones para superar un sistema que no es justo y que ha adormecido a las personas.

Para Camargo la actual democracia en Panamá es una “caricatura”, donde esperamos que los asuntos nacionales los resuelva un súper hombre o una súper mujer, sin entender que se trata de trabajo “interministerial que requiere de años de seguimiento”.

“El panorama lo veo gris, a los gobiernos no les interesa una buena educación, los cambios son cosméticos”, expresó Sáez Llorens.

“Los presidentes que hemos tenido son populistas. Se invierte en los opios, no en la educación”, sentenció el doctor, quien añadió que ya es tiempo de enseñarle a la juventud que el éxito es ser útil a la sociedad.

Para el sociólogo Toro, hay que invertir en educación y justicia. “Debemos apostar a una educación liberadora, con una sociedad democrática donde se busque a todos los sectores para construirla. Y sobre la justicia, una sociedad que no tiene un marco de justicia, es como un partido sin árbitro”.

En el cierre de Radar, el analista del programa Jorge Eduardo Ritter, recordó la cita importante que tiene la justicia panameña, con las audiencias al expresidente Ricardo Martinelli, por el conocido caso "pinchazos".

Ritter invitó a estar vigilantes al proceso que lleva adelante el magistrado juez de Garantías, Jerónimo Mejía y a la próxima decisión que tome el Pleno Extraordinario de la Corte Suprema sobre un amparo presentado por la defensa de Martinelli.

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