Un tiempo para todo, la Asamblea Constituyente y salud mental en el Radar

Bloque 1: Introducción, ¿es el momento de la Constituyente?

La Constituyente y el suicidio. Dos temas de interés nacional, pero en lado opuestos de la conversación pública. De uno, todos quieren opinar, del otro nadie quiere enterarse. Ambos se encontraron bajo el Radar de este domingo 12 de mayo.

El presidente Juan Carlos Varela realizó un llamado para discutir la convocatoria a una Asamblea Constituyente. De aprobarse los panameños tendrían que escoger en menos de un año a 60 personas para reformar la Constitución Nacional.

¿Qué tanto cambiarían? No se sabe.

¿Quiénes serían los Constituyentes y cómo sería el proceso de selección? No se sabe.

¿Afectaría al Canal de Panamá? ¿El pago de impuestos? No se sabe.

Lo que se sabe es que Varela incumplió su promesa electoral, como quedó demostrado por el Bien Chequeado de TVN Noticias, al no convocarla durante los dos primeros años de su gobierno. El consenso apunta a que la actual Constitución, creada en 1972 durante la dictadura militar, tiene un carácter presidencialista y que necesita reformas.

“No parece haber duda de que es necesario reformar la Constitución. La discrepancia es sobre la metodología y el momento,” declaró el excanciller Jorge Eduardo Ritter. “¿Por qué ahora y no antes?”, cuestionó.

Varela propone que se elijan los Constituyentes como parte de las elecciones generales del próximo 5 de mayo de 2019. Esto facilitaría la logística al Tribunal Electoral que ya estaría preparado para los comicios, pero cargaría de retórica política el proceso de selección. Se necesita sosiego para tomar las grandes decisiones sobre el futuro de nuestra Carta Magna, no hacerlo al calor de la campaña, apuntaron los panelistas.

Para Salvador Sánchez, viceministro de la Presidencia “habrá otras oportunidades, pero es la que tenemos ahora. La postura del Órgano Ejecutivo es que “no hay momento bueno para sacarse las cuatro muelas del juicio”.

“Nunca es buen momento para sacarse las muelas, pero el día antes de la boda es el peor momento”, repuso el cardiólogo y columnista, Daniel Pichel. El doctor considera que lo correcto sería primero hacer un referéndum popular sobre si Panamá desea una reforma a la Constitución, parecido al que hizo la vecina Colombia sobre el acuerdo de paz con las FARC, y luego iniciar el proceso de selección de los Constituyentes, preferiblemente en un momento menos cargado políticamente.

“Primero se debe hacer un diagnóstico, luego el tratamiento”, comentó por su parte el abogado Jaime Raúl Molina, de la Fundación Libertad. “Un proceso de reforma constitucional no se puede hacer a la brava”.

Varela inició el proceso de consultas en medio de un ambiente cargado de enfrentamientos entre el poder Ejecutivo y la Asamblea Nacional. Politólogos han especulado sobre relaciones con el rechazo a las candidatas para la magistratura de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) propuestas por Varela, o las investigaciones a las planillas de la Asamblea. Lo que sí es cierto es que se necesita una mayoría absoluta en la Asamblea para aprobar el llamado a una Constituyente. El panameñismo no tiene la mayoría de diputados, y difícilmente los votos, aunque el viceministro Sánchez se mantiene optimista que PRD y Cambio Democrático apoyen la propuesta a pesar de venir del oficialismo.

No sería la primera vez que Panamá reforma su Constitución. Molina recordó las reformas de 1978, 1983, 1994 y 2004, que a su parecer resultaron en una Carta Magna más liberal, más representativa y más democrática, limitando el poder, primero de los militares y luego del Gobierno para con sus ciudadanos mediante la introducción de nuevas garantías.

La conclusión, con excepción del representante del Gobierno, es que no es el momento adecuado para una Constituyente.

Suicidio, rompiendo el tabú

El siguiente tema de Radar es una problemática recubierta de estigmas y silencio: el suicidio.

El ministro de Salud, Miguel Mayo, declaró que hay 3.2 suicidios aproximadamente por cada 100,000 habitantes en Panamá, pero que esa cifra oficial se queda corta en la realidad. Muchos casos no se registran como suicidios o no se guarda la estadística.

El 85% de las víctimas de suicidio son hombres. Los métodos más comunes son el ahorcamiento y el envenenamiento con pesticidas.

“Si se hiciera un video de una persona luego de ingerir pesticida, la gente dejaría de intentarlo”, comentó el doctor Pichel. En estos casos los pacientes sufren y agonizan por varios días, en algunos casos más de dos semanas, antes de finalmente morir ya que no hay tratamiento para salvarlos.

“El suicidio es el último síntoma de una enfermedad. Es prevenible si hacemos una prevención temprana”, aseguró la psiquiatra Susana De León.

Los expertos compartieron varios indicadores de riesgo para saber si una persona podría estar en riesgo de quitarse la vida.

En los jóvenes se suele observar irritabilidad, aislamiento, baja en las calificaciones, cambios de actitud. Suelen encontrarse más vulnerables tras la pérdida de algún vínculo afectivo importante.

Tanto en jóvenes, como en adultos, hay ideas suicidas, aunque muchas veces no se reconozcan como tal.

“A veces no es pensar directamente me quiero matar”, explicó el psicólogo Álvaro Gómez Prado. “Pueden ser pensamientos como: Preferiría dormirme y no despertar o Mi casa estaría mejor sin mí”, advirtió.

El ministro Mayo destacó que muchos de las personas que terminan suicidándose lo han intentado con anterioridad. Por eso, adelantó que el ministerio presentará una propuesta para un proyecto de ley mediante el cual será obligatorio reportar todos los casos de intentos suicidad. De esta forma, se podrá brindar ayuda a las personas que los necesiten.

“Cerrar los ojos no es una solución”, sentenció el ministro.

La clave está en romper el tabú sobre la salud mental. “Una persona con hipertensión o diabetes no esconde su condición, debe ser lo mismo con enfermedades como la depresión, la ansiedad o la esquizofrenia”, enfatizó Pichel. Apuntó que las enfermedades de salud mental, cuyo tratamiento suele requerir de múltiples medicamentos costosos, no suelen estar cubiertas por los seguros médicos. Añadió que se debería dar protección laboral a los trabajadores que sean diagnosticados para que no sean despedidos de sus empresas a causa de su condición.

Recordando que la mayoría de los casos se da en varones, los expertos apuntaron a las presiones sociales, a la necesidad de desahogarse y compartir los sentimientos a tiempo, por muy ‘poco varonil’ que le pueda parecer a algunos.

Trabajar en los vínculos afectivos, no tener miedo, ni vergüenza de buscar ayuda. Estos son los pilares para trabajar. “Hablando de esto se puede prevenir, se puede salir adelante”, afirmó la doctora De León. Recordó que el próximo 31 de mayo se llevará una charla con el título Rompamos el Silencio en el hotel Marriot para ahondar en el tema.

“Ahora no es el momento de hablar de Constituyentes, pero sí es el momento para hablar de salud mental”, concluyó Ritter.

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