Muchas gracias por los buenos momentos, Remón Cantera

Al terminar el segundo partido de la Serie Final del 49no. Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil, entre los equipos de Panamá Este y Coclé, se cerró las puertas de un recinto que ha sido testigo mudo de hechos históricos en la pelota panameña; el estadio Remón Cantera de Aguadulce.

La algarabía de los fanáticos, que celebraban en las gradas la victoria coclesana por abultamiento de carreras en siete episodios, 14 por 1, le dio el toque festivo a los últimos instantes en que el Remón Cantera permanecía abierto al público antes de los trabajos de reconstrucción que se le realizarán en las próximas semanas.

Fundado en 1959 y nombrado así en honor al fallecido expresidente de la República de Panamá, José Antonio Remón Cantera, ese coliseo estuvo de pie en las dos conquistas más importantes del béisbol para la provincia coclesana; la de 1962, cuando conquistó el título de campeón en el primer certamen nacional juvenil, y la 1987, cuando se coronó monarca del torneo mayor.

Del Remón Cantera se constituyeron grandes figuras del béisbol panameño. Los ahora exgrandes ligas Juan Berenguer, Carlos Lee y Davis Romero, y varios jugadores que han sido protagonistas en los torneos nacionales, surgieron en ese terreno y brillaron con luz propia.

La demolición de sus paredes, el rugir de las máquinas y el movimiento de los trabajadores no podrán borrar de las mentes y los corazones de los fanáticos las alegrías que les hicieron vivir peloteros como Benjamín Salamín, Tomas Simití, David Rivas, Nazario Buitrago, Rigoberto Villarreal, Ismael Agrazal, Joel Vega, Darío Agrazal, por mencionar a algunos.

En el recuerdo también quedarán las ocasiones que el Remón Cantera fue sede de certámenes internacionales, entre los más recientes están el último Campeonato Mundial de Béisbol organizado por IBAF (hoy WSBC) en el año 2011, el Campeonato Panamericano Sub-21 en 2013 y la Serie Latinoamericana de Béisbol Preintermedio en 2015.

La casa de la 'leña roja' cae para ser erigida con una imagen fresca y diferente, con instalaciones adecuadas para la práctica del béisbol y la comodidad del público asistente. Este no será un adiós al Remón Cantera, sino un hasta luego, que da paso a la modernidad.