Anfield rinde homenaje a las víctimas de Hillsborough 1989
Unos 24.000 aficionados del Liverpool se congregaron en Anfield para rendir homenaje a las 96 víctimas de la tragedia de Hillsborough, de la que se cumplen hoy 25 años, en una emotiva ceremonia que reunió a jugadores, entrenadores y familiares de los fallecidos. El acto anual en recuerdo de uno de los episodios más amargos de la historia del fútbol fue en esta ocasión especialmente emocionante tanto por el cuarto de siglo transcurrido desde aquella avalancha humana en el estadio del Sheffield Wednesday como por la reciente reapertura de la investigación sobre los hechos, que se cerró en 1991 sin señalar culpables. Anfield guardó hoy un minuto de silencio a las 15.06 GMT, la hora en la que el 15 de abril de 1989 el árbitro detuvo la semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest al ver cómo los hinchas comenzaban a saltar las vallas hacia el terreno de juego tratando de evitar quedar aplastados. Aquella jornada murieron 94 personas por asfixia o paro cardíaco y otras dos fallecieron en días posteriores, a pesar de que una serie de documentos desclasificados en 2011 apuntan a que al menos 41 de esas víctimas habrían podido ser reanimadas si hubieran recibido la atención adecuada. La ocasión sirvió además para estrechar los lazos con el Everton, el rival histórico de los "reds" en la ciudad de Liverpool. En el aniversario de un desastre que contribuyó a cambiar las normas de seguridad en los estadios de todo el mundo, también el presidente de la Uefa, Michel Platini, se unió a los actos a través de un comunicado en el que señaló que los "pensamientos" del "fútbol europeo están con las familias de aquellos que perdieron sus vidas" en Hillsborough. La nueva investigación, que dirige el juez John Goldring y que podría durar cerca de un año, se centra en averiguar si el estadio del Sheffield Wednesday tenía deficiencias de diseño que las autoridades podrían haber conocido y reparado. También estudiará la forma en la que la policía ejerció el control de la masa de aficionados antes y después de la avalancha, así como la actuación de los servicios de emergencia. Los documentos que salieron a la luz hace tres años apuntan a que la policía alteró 164 declaraciones de testigos y eliminó otras 116 porque ponían en cuestión su labor. Un año antes se había producido otra avalancha en la misma grada pero no se tomaron las medidas adecuadas para evitar que volviera ocurrir, mientras que la capacidad del campo se había sobrestimado y las vallas no cumplían los estándares mínimos de seguridad, según los documentos que han llevado a reabrir el caso.