El Barça aún tiene fuerzas para pelear por la Liga
El partido comenzó con un ritmo eléctrico. Tanto en la grada como en el campo. Los seguidores azulgranas estaban empecinados en montar un paraguas de aplausos alrededor de Leo Messi mientras que ambos equipos buscaban el área del rival como principal objetivo. El Athletic dispuso de las ocasiones iniciales y Aduriz puso a prueba a Pinto. Pedro y Messi dieron la réplica enseguida como si de un intercambio de golpes se tratase. Inexplicablemente se llegó al descanso sin goles después de que Aduriz estrellase una extraordinaria chilena contra el palo de Pinto o que Alexis fallase un balón a un metro de la línea de gol. El balón se encontró con el larguero cuando la grada ya cantaba el tanto. En la segunda parte llegó el coscorrón. Aduriz sacó petróleo de una mala salida de Barta para con un chut lejano superar a Pinto. Un gol que hacía justicia en ese área mientras que en la otra parecía una misión casi imposible. La portería de fútbol se ha convertido en una de balonmano o de hockey para los azulgranas. Messi, Alves, Iniesta… desaprovecharon claras ocasiones por unos u otros motivos cuando eso mismo antes se convertía en gol. Hasta que llegó la remontada en dos minutos. En dos zarpazos. Uno colectivo que resolvió Pedro y otro en una falta, con ayuda desinteresada de Iraizoz. Messi volvió a marcar para recibir más aplausos. Al final, un gran partido, con un Athletic que nunca le dio la espalda al juego y un Barcelona que supo sobreponerse a la falta de puntería.