La Federación Inglesa investigará el caso de racismo de Terry

La Federación Inglesa de Fútbol (FA) anunció hoy que llevará a cabo una investigación propia del supuesto comportamiento racista del defensa del Chelsea John Terry, después de que éste haya sido declarado no culpable por un tribunal londinense. "La FA toma nota de la decisión del tribunal en el caso de John Terry y tratará de concluir su propia investigación. La Federación no hará más comentarios por el momento", aseguró en un escueto comunicado en su página web. Este anuncio llega después de que el capitán "blue" fuera declarado no culpable por falta de pruebas de haber proferido supuestos comentarios racistas contra el jugador del Queens Park Rangers Anton Ferdinand durante un encuentro de la liga inglesa el pasado 31 de octubre. La FA deberá decidir en el plazo aproximado de una semana si impone, al margen de la decisión judicial, una sanción disciplinaria al defensa por este incidente, que ya le costó la capitanía de la selección inglesa el pasado febrero. El precedente más reciente fue el castigo de ocho partidos impuesto por la federación al delantero uruguayo del Liverpool Luis Suárez, acusado también de dirigirse en términos racistas al futbolista francés del Manchester United Patrice Evra. La asociación "Kick it Out", que lucha por erradicar la discriminación racial en los estadios de fútbol, pidió previamente a la FA que actuara por su cuenta en este caso, a la vez que lamentó la absolución de Terry en el juicio. "La Federación Inglesa debe decidir qué acciones tomar. Solo hay un organismo regulador en este deporte y no son los tribunales", dijo el presidente de la asociación, Herman Ouseley, a la cadena Sky Sports News. Ouseley añadió además que la mayoría de la gente del mundo del fútbol debe estar ofendida por este incidente e instó a detener este tipo de actitudes en el deporte. Por otra parte, ni el QPR ni la familia de Ferdinand, que estuvieron presentes cuando el juez absolvió a Terry, hicieron ningún comentario sobre la decisión. El Chelsea, a través de su presidente, Bruce Buck, mostró su respeto por el fallo del juez y aseguró estar "contento" de que el jugador pueda centrarse de nuevo en el fútbol. El defensa, que tuvo que comparecer durante toda esta semana en el juicio, confesó haber proferido tales insultos, pero aseguró que solo repitió las palabras que pensaba que le había dicho Ferdinand previamente. El juez del caso, Howard Riddle, señaló que "no hay duda" de que Terry se dirigió a su compatriota en términos racistas, pero reconoció que era imposible desmentir la versión del capitán del Chelsea, por lo que fue declarado no culpable. De haberlo sido, el capitán "blue" podría haber recibido una multa de 2.500 libras (cerca de 3.075 euros) como máximo. Con esta sentencia termina un culebrón de varios meses que empezó en diciembre, cuando la fiscalía británica presentó una acusación contra el inglés por un "delito de alteración del orden público con agravante racial", y basó sus argumento en un vídeo donde se ve a Terry dirigiendo insultos racistas a su compatriota.