El Oporto, la mejor cantera de Europa
Un verano más, el Oporto se ha convertido en uno de los principales suministradores de talento a los grandes dominadores del fútbol europeo y a precio de oro. El traspaso del defensa francés Eliaquim Mangala al Manchester City, por cerca de 57 millones de euros, es, por el momento, el último episodio emitido de una serie que comenzó en 2004, cuando el equipo que dirigía José Mourinho levantó la Copa de Europa y que ha llevado al gran dominador del fútbol luso en las últimas campañas a colgarse la etiqueta del mejor vendedor del mundo. El Oporto de las últimas tres décadas no se entiende sin un nombre propio: Jorge Nuno de Lima Pinto da Costa, más conocido como Pinto da Costa, o como ‘El Papa’, el apodo con el que ha sido bautizado en su tierra. Al frente de la entidad desde 1982, este empresario ha cumplido con creces su promesa electoral de convertir al equipo en uno de los grandes del continente. Dos Copas de Europa (1987 y 2004), dos Copas de la UEFA/Europa League, más 19 títulos de liga y otros doce de Copa avalan su gestión. En la última década, la escalada del valor de los futbolistas no ha hecho más que engrandecer la leyenda de hábil negociador de Pinto da Costa. Desde su primer gran negocio, el traspaso de Futre al Atlético de Madrid por 400 millones de pesetas en 1987, al la venta de Mangala al City el Oporto no ha dejado desprenderse de sus activos a precio de oro. Pero ha sido durante la última década, desde la desmembración del equipo campeón de Europa con las salidas de Ferreira, Carvalho y Deco, cuando el Oporto ha certificado su tendencia vendedora. En una década Pinto da Costa ha sido capaz de ingresar 600 millones de euros en ventas y con negocios más que redondos como el del propio Mangala, fichado en 2011 del Standard de Lieja por 7 millones o el del brasileño Anderson, comprado a Gremio por 6 y traspasado por 32. En los últimos años, los ‘dragones’ incluso han hecho caja con lo desde el banquillo. En 2012 el Tottenham pagó 15 millones por André Villas-Boas. A sus 76 años, Pinto da Costa afronta el reto de recuperar la hegemonía portuguesa con el nuevo proyecto que dirige Julen Lopetegui, al que dinero no le faltará.