Prandelli contempla su futuro tras la final de la Euro
Apenas horas después de clasificar a Italia a la final de la Eurocopa, el técnico Cesare Prandelli ya contempla su futuro tras el partido del domingo contra España. El contrato de Prandelli dura hasta el Mundial de 2014, pero al igual que Marcello Lippi hace seis años, parece estar desgastado por el escándalo de arreglo de partidos que afecta al fútbol italiano. También luce cansado por las críticas por traer a su hijo al torneo como un preparador físico. "Extraño estar más en la cancha, pero tengo una gran relación con la federación", comentó Prandelli el viernes en Cracovia, un día después del triunfo 2-1 sobre Alemania en las semifinales. "Pero los dos últimos meses han sido muy difíciles". Sobre su hijo, que trabaja con el Parma, Prandelli indicó que "algunos comentarios realmente me hieren". Lippi dejó el cargo tras ganar el Mundial de 2006, y en ese momento declaró que le dolía que su hijo, un representante de futbolistas, estuviera involucrado en el escándalo de ese momento. Lippi regresó a la banca italiana para la Copa del Mundo de 2010, donde la Azzurra fue eliminada en la primera ronda. Luego fue reemplazado por Prandelli. En los dos últimos años, Prandelli ha cambiado tanto el rostro de la selección italiana que la Gazzetta dello Sport lo comparó el viernes con el genio del renacimiento Galileo Galilei. Prandelli transformó una selección que era famosa por el "catenaccio" en una con vocación ofensiva. "Igual que Galileo Galilei, tenía razón. Italia ya no corre persiguiendo la pelota, ahora mueve la pelota, lo que es un placer", escribió la Gazzetta el viernes. Si finalmente se va, Prandelli sería uno de los entrenadores más codiciados en el mercado, mientras que ya suenan nombres como Fabio Capello y el técnico de la selección sub21 italiana, Ciro Ferrara, como posibles reemplazos. La revolución iniciada por Prandelli es aún más sorprendente si se toma en cuenta que se produjo en medio de otro escándalo de arreglo de partidos y apuestas. Una semana antes que la selección viajara a Polonia, la policía llegó a la concentración italiana para avisarle al zaguero Domenico Criscito que era investigado por arreglo de partidos. Luego fue dado de baja del plantel. Otro defensor, Leonardo Bonucci, también es investigado, pero se quedó con el equipo y ha sido titular en el torneo. Además, el capitán y arquero Gianluigi Buffon ha sido criticado después que se reveló que hizo pagos por grandes sumas de dinero al dueño de una tabaquería en Parma donde operaba una casa de apuestas. Buffon no ha sido acusado de delito alguno. La situación llegó a tal punto que el primer ministro italiano Mario Monti insinuó el mes pasado que se debería suspender la liga italiana por dos o tres años. Prandelli después respondió que estaba dispuesto a retirar a su equipo del torneo. "Algunos entendieron, otros no, así que déjenme explicarlo bien", dijo Prandelli el viernes. "El primer ministro Monti dijo que quizás sería mejor suspender el fútbol por dos o tres años. Había un fiscal que envió una notificación de investigación a uno de nuestros jugadores, sin decirnos si lo interrogaría después de dos, cuatro o seis días". "En ese momento dije, "queremos jugar, queremos ser el rostro limpio del fútbol""", agregó el timonel. ""Pero si creen que no representamos al país, díganoslo, y nos quedaremos en casa""". Ahora parece que Monti acudirás a la final del domingo en Kiev. "No me sorprende", afirmó Prandelli.