Sergio Busquets, el tercer hombre del Barça
La sociedad ilimitada que formaron Messi y Neymar el sábado ante el Athletic en el Camp Nou no se entendería sin la colaboración directa de Sergio Busquets. El centrocampista, beneficiándose a su vez de la presión de sus compañeros y de la colocación táctica colectiva, apareció en el origen de los dos goles del brasileño. En el 1-0, el de Badia del Vallès leyó el arriesgado y defectuoso pase largo que intentaba Laporte y cerró a tiempo la zona del círculo central para interceptarlo, cediendo el esférico de inmediato a Leo Messi, quien, situado en la mediapunta y con la defensa del Athletic descolocada, sirvió un balón de oro a Neymar, resuelto con una definición de lujo por parte del brasileño. Busquets volvió a ser vital en la elaboración del 2-0. En esta ocasión no robó el esférico, pero sí combinó con Messi en la pared previa a la internada del argentino. Fue fundamental el hecho de que Sergio conectara al primer toque, incluso recibiendo una falta, para eliminar a dos rivales que ya no pudieron agarrar u obstaculizar a Leo. El desenlace de la jugada la vivió el centrocampista desde el césped, doliéndose del tobillo: el "10" llegó hasta la línea de fondo tras dejar atrás a todo el mundo y cedió el gol en bandeja a Neymar. Asistencia contra el Elche. Ya en la primera jornada contra el Elche, Sergio Busquets fue fundamental en la jugada que abrió la victoria. También intuyó que el rival se iba a complicar la vida ante la presión adelantada del Barça y cortó otro pase interior, esta vez varios metros más allá del centro del campo. Aquel día su intervención todavía fue más directa porque asistió a Messi, situado en la frontal del área, con tiempo para darse la vuelta y lograr el 1-0 con la pierna izquierda. Fue una asistencia de Busquets, la primera en la Liga del Barça. La conexión de Sergio Busquets con Messi no es nueva. El de Badia es uno de los jugadores que más entiende si el argentino quiere el esférico en corto o en largo, al pie casi en estático o al espacio. Y Leo sabe que el pivote siempre va a estar pendiente de él para acelerar con un pase interior el juego de ataque del Barça. En la memoria de todos los barcelonistas queda la participación de Busquets en el 0-2 de Messi en la ida de la semifinal de la Champions League 2010-11 en el Santiago Bernabéu. Llamar asistencia a aquel servicio al "10" sería demasiado después de todo lo que hizo después Messi, pero esa forma de buscarle y esperarle sí es característica.