Comida procesada, tan adictiva como las drogas, el sexo y el alcohol

Un estudio demostró que la comida procesada provoca los mismos sentimientos que la adicción a las drogas
Un estudio demostró que la comida procesada provoca los mismos sentimientos que la adicción a las drogas / Pixabay (instagram de @Theo Crazzolara)
Ana Carolina Barsallo - Corresponsal digital
14 de octubre 2021 - 06:07

Los niveles de dopamina que libera el cerebro al comer alimentos procesado, crea el mismo placer que las drogas, el dinero o cigarrillo, y sus principales víctimas son los jóvenes.

La molécula del placer se libera cuando hemos realizado una actuación placentera, también nos motiva a conseguir algo. Y es que, es este sentimiento lo que sucede cuando pensamos en comida procesada.

Al igual que estas sustancias, los alimentos con altos contenidos en grasa, los hipercalóricos, los que contienen mucha azúcar y -sobre todo- los procesados activan la parte del cerebro encargada del placer, el sistema límbico. Y, si los consumimos con demasiada frecuencia y en grandes cantidades, podemos sobrecargarlo y generar una necesidad.

Distintas investigaciones, apuntan que la comida puede crear adicción de la misma forma que lo hacen las drogas.

La neurocientífica Nora Volkow relaciona esto con nuestro instinto básico de supervivencia: "durante la mayor parte de la evolución, la comida era escasa", dice, por lo que necesitabas esta motivación para sobrevivir.

En un documental de la BBC, un doctor llamado Chris Van Tulleken ingirió por 1 mes un 80% de comida procesada, que, según estudios es el porcentaje que la quinta parte de la población come mensualmente.

Durante el experimento de 4 semanas, su cerebro mostró las áreas responsables de la recompensa, vinculadas con áreas que impulsan el comportamiento automático y repetitivo.

"Estas eran conexiones que antes no existían", explicó, y agregó que es una respuesta similar a la que se espera de alguien que toma drogas adictivas, como alcohol o cigarrillos.

Entre más una persona consuma estos alimentos, menor capacidad tendrá de controlar el impulso cuando tenga antojos, provocando la misma adicción que la droga. Entre más veces actives la dopamina, mayor cantidad de comida necesitará para sentir el mismo placer del inicio.

"Descartar la adicción y la obesidad como problemas de autocontrol ignoran el hecho de que para que podamos ejercer el autocontrol, necesitamos el correcto funcionamiento de las áreas de nuestro cerebro que regulan nuestros comportamientos", señala Volkow.

la comida puede llegar a generar tanta dependencia en nuestro cerebro como la que se produce por el consumo de drogas como la cocaína y la heroína, concluyen los investigadores del Scripps Research Institute de Florida (Estados Unidos).

La mayoría de las víctimas de este fenómeno son los jóvenes, ya que su sentido de comportamiento aún está en desarrollo. Además, hay estudios que evidencian la gran cantidad de dopamina que tienen los adolescentes, lo que aumenta la motivación para comerla.

Es por esto la importancia de inculcar un buen patrón de alimentación en la infancia, ya que puede continuar en la adultez. Practicar esta alimentación ultra procesada puede provocar una disminución en la hormona que nos hace sentir satisfechos, y un aumento en la hormona del hambre, lo que fomenta un consumo excesivo.

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