La Documenta 14 cierra su paso por Atenas, una primicia con éxito de público

La Documenta 14 cierra hoy sus puertas en Atenas y a partir de ahora centra completamente su actividad en Kassel, la ciudad alemana en la que se había celebrado exclusivamente desde su creación en los años 50 hasta esta decimocuarta edición, y que la acogerá hasta el 17 de septiembre.

La decisión de la organización de la muestra de arte contemporáneo más importante del mundo, capitaneada por el director artístico, el polaco Adam Szymczyk, de "compartir" con Grecia esta edición recibió desde el principio la calurosa bienvenida del Gobierno local, que hace asimismo un balance final muy positivo.

"Ganó la documenta y ganó Atenas", dijo esta semana el alcalde de la capital, Yorgos Kaminis, en la presentación del informe sobre el número de visitantes.

Este informe, conducido por la Universidad de Kassel en colaboración con la de Atenas, refleja que las más de 40 sedes del evento en la capital registraron cerca de 300.000 visitas, la mayor parte de ellas de griegos (47 %), seguidos por los alemanes (25 %). En total, ciudadanos de 57 países visitaron la Documenta en Grecia.

Unos visitantes tan variados como los 160 artistas de los cinco continentes que exponen en esta edición de la Documenta.

"Todavía habrá tiempo de hacer un balance, pero estoy seguro de que la Documenta finalmente ha aprendido de Atenas y de que nuestra ciudad ha ganado mucho, ya que durante tres meses ha estado en el centro de atención internacional", afirmó Kaminis.

Pero como todo evento artístico que se precie, no todo han sido alabanzas, y no han faltado las voces de críticos que han calificado la muestra de "pretenciosa" o incluso de "imperialista", por venir de Alemania.

"Hay una parte que es pretenciosa y que no puedo aguantar", dice a Efe Natasha, actriz de profesión durante un paseo por la Documenta.

No obstante, reconoce que "la Documenta ha traído un brillo artístico a la ciudad", pues "se han usado edificios que nunca utilizamos antes, hemos visto ideas, creación, talento...".

Demetra Ignatiou, también artista griega y miembro del Chorus de Documenta, grupo de artistas y profesionales que se encargan de parte de la explicación y la difusión de las exposiciones, opina que "es una gran exposición". El que haya recibido críticas le preocupa menos. "Todas las grandes iniciativas son criticadas", dice.

"La contribución más importante de la Documenta es que ha traído una nueva dinámica, se puede realmente sentir la energía en Atenas, y especialmente en la escena del arte contemporáneo. La ha revivido y ha proporcionado una plataforma para abrir nuevos discursos sobre arte contemporáneo en la ciudad", afirma Ignatiu.

Otro miembro del Chorus de Documenta, Tomás Diafam, tiene una perspectiva similar: "durante Documenta han cambiado muchas cosas, pero creo que en gran parte se ha debido a que la gente que viene es extranjera e influye en los griegos que tienen una crisis de identidad y a los que la Documenta ha ayudado a ver alternativas".

El artista e ilustrador Constantinos Papamijalópulos, por su parte, critica a los críticos: "Los artistas griegos son partidarios del 'abramos las fronteras', pero no cuando se trata de su arte", explica a Efe.

Los artistas griegos "se oponen" a este tipo de eventos o "los califican de imperialistas", porque "quieren que los alemanes lleguen y muestren arte griego", pero esto "no es posible", aunque "nadie les impide, no obstante, enseñar su arte en otros lugares" de Atenas durante la Documenta 14.

Para este ilustrador, que ha expuesto tanto en Grecia como en Estados Unidos y Países Bajos, la Documenta ha permitido ver el potencial del país porque "vimos otro tipo de turista del que vemos habitualmente: joven, hip, bien educado...".

En su opinión, Grecia se podría convertir, si se abriera, en un polo de artistas y estudiante de todo el mundo. "Es un sitio seguro, con nueve meses con buen tiempo y barato", concluye.

La Documenta 14 ha servido, por ejemplo, para dar un impulso decisivo al Museo de Nacional de Arte Contemporáneo (EMST), proyectado desde hace décadas y finalizado recientemente, gracias a las piezas de la muestra, que han llenado sus salas, hasta hace muy poco vacías, aunque aún es pronto para ver que huella deja en Atenas a largo plazo.