Empresario italiano revela otra cara del Che Guevara

Empresario italiano revela otra cara del  'Che'
Empresario italiano revela otra cara del 'Che' / El Che fotografiado por Alberto Korda
Efe
15 de noviembre 2015 - 15:36

Ernesto "Che" Guevara era un hombre carismático, idealista, utopista y con miedo a la muerte, rasgos que advirtió en el líder revolucionario el ingeniero italiano Stefano Campetella, que ahora los describe en "Encuentros con el 'Che'".

"Él era un año más joven que yo de manera que conecté muy rápidamente con él", cuenta Campetella (Macerata, 1927) de su primera impresión cuando comienza a encontrarse con el argentino como enviado de una empresa italiana para la que había recibido el encargo de montar una planta de fertilizantes en Cuba.

El italiano pronto advirtió las dificultades de la tarea de contribuir a la industrialización de Cuba a la que el "Che" aspira como parte del nuevo Gobierno revolucionario que lidera Fidel Castro.

"Él estaba muy interesado en la fábrica de abonos que estaba en construcción y, como yo era el responsable de la instalación, me llamaron para explicársela", contó Campetella a Efe en conversación en Roma.

Así comenzó una relación que se prolongó durante tres años y que le permitió al ingeniero conocer al personaje; la versión de estos "diarios", como los denomina, se publican ahora en español (Eventi Culturali y Editoria Valenziani).

"Personalmente era muy simpático, sencillo, muy humilde y decía exactamente lo que pensaba", cuenta Campetella, que recuerda "la ignorancia" que su interlocutor no ocultaba "sobre todo en lo que era la técnica de la fábrica".

"Escuchaba con mucho interés", rememora sobre las explicaciones del detalle de la obra que daba a un "Guevara", como le llama, cuyo papel -recuerda- había sido "relativamente modesto" en los primeros tiempos de la Cuba revolucionaria.

Es en las reuniones semanales que el "Che" organiza en su despacho de ministro de Industria, cargo para el que es nombrado en 1961, donde Campetella tiene la ocasión de conocer al personaje, con quien llegará a mantener una "relación asidua y continuada".

Esos momentos descritos en el libro ofrecen la imagen de un "Che" minucioso, interesado en aprender, en conocer los detalles de la empresa y en valorar lo que el nuevo régimen puede aprovechar del capitalismo.

Estos encuentros, "de carácter estrictamente técnico se tornan en otros de perfil político y personal. Fue así como pude descubrir el verdadero rostro del "Che" como político, estadista y hombre".

En él no advirtió "intereses personales por alcanzar una posición" pero lo que ya sí notó pocos años antes de que le llegara su hora era que el revolucionario le "tenía miedo a la muerte".

"Lo que decía era que él no quería morirse para que le faltara el apoyo a sus familiares. La muerte en Bolivia fue la demostración de lo que pensaba", recuerda sobre el episodio del fallecimiento de quien luego se convirtió en mito: Guevara fue asesinado el 9 de octubre de 1967 por un sargento del Ejército de Bolivia en la aldea La Higuera de ese país andino.

"Fue allá sabiendo que iba a morirse porque era imposible que su misión se cumpliera con éxito", resume Campetella.

Su fallo, estima, fue rodearse de personas sin experiencia, muchos de ellos chilenos: "jóvenes de gran entusiasmo pero sin experiencia ninguna (...) y también los cubanos que lo rodeaban, que eran personas que no tenían experiencia".

"Si se hubiera rodeado de personas con experiencia, capacidad, habría sido de otra manera", valora el autor de "Encuentros con el 'Che'", que vivió la Cuba de antes de la revolución y los tres primeros ya bajo el régimen de Fidel Castro.

"Cuando yo llegué encontré una Cuba extraordinaria porque había un bienestar muy grande, había corrupción, prostitución, el juego, pero había un bienestar general muy bueno" y Castro se encontró que "las cajas estaban llenas de dólares, los almacenes llenos de todas las cosas que necesitaba Cuba, al comienzo todo fue muy bien".

La intervención de los bienes estadounidenses en la isla supuso el comienzo del fin de ese período: "la mejor parte de Cuba, la que dirigía la nación se fue prácticamente toda a Estados Unidos" opina Campetella.

La última vez que estuvo en la isla fue "más o menos hace unos veinte años porque en Cuba había necesidad de construir una fábrica de vidrio plano para ventanas".

"Fui allá, recibido muy bien por los ministros, por gente que había conocido antes y encontré una situación muy desastrada, o sea prácticamente no funcionaba nada", advierte.

"No creo que sea lo que los cubanos piensan", opina sobre lo que pasará en la nueva etapa abierta en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos tras la reanudación de los contactos entre La Habana y Washington.

"Si ahora se establecen relaciones puede ser que los americanos den algún crédito a Cuba pero no será como antes (...) si Cuba se abre mucho a mi juicio entonces el peligro es que el Gobierno caiga".

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