Los libreros latinoamericanos y españoles estudian los problemas del sector

Representantes latinoamericanos y españoles del mundo del libro se han reunido en el I Encuentro Iberoamericano de Librerías en la Feria del Libro de Madrid para establecer canales de comunicación y abordar los principales problemas a los que se enfrenta el sector en España y en el continente latinoamericano.

"El reto principal es desarrollar herramientas tecnológicas que permitan que lo que se hace se conozca", ha destacado este martes Bernardo Jaramillo, consultor colombiano experto en la industria editorial latinoamericana que espera que estos encuentros, que se prolongarán hasta el 6 de junio, "den pie a una colaboración estrecha" entre todos estos países.

Libreros de Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Chile han llegado a la 78 Feria del Libro de Madrid, que este año tiene a República Dominicana como país invitado, para establecer una comunicación con editores, libreros y distribuidores españoles que favorezca el incremento de las transacciones comerciales con España.

El principal impedimento para la promoción de la literatura latinoamericana en España, para Jaramillo, es "la falta de información, que no permite que se conozca lo que se hace allí", por lo que a España solo llegan "los escritores conocidos y apenas se sabe nada del resto, cuando allí la mayor parte de las ventas se la llevan libros españoles".

Tanto los libreros españoles como los latinoamericanos han coincidido en identificar una problemática común del sector más allá de las fronteras: la cantidad de libros que se publican cada año.

"Es un problema para el librero, que debe actualizarse casi cada día, y también conlleva tener un alto nivel de rotación", ha declarado Yolanda Auza, al frente de la colombiana Librería Wilborada, que ha destacado la necesidad de "digitalizar el catálogo para facilitar el acceso a la información".

En Chile, la Librería Metales Pesados prefiere renunciar a las tecnologías, y su dueño, Sergio Parra, asegura que apuestan por un trato directo con el vendedor y por una venta personalizada: "Yo solo vendo lo que puedo recomendar, y para eso no necesito una computadora".

En la presentación de estas jornadas ha participado el director de la Feria de Libro de Madrid, Manuel Gil, quien ha destacado que "desde la primera feria que se celebró en 1933 se ha apostado por un desarrollo de una cultura iberoamericana y universal".