El bebé que fue dejado en un basurero y se convirtió en millonario gracias a una Mac dañada

La Mac dañada que le cambió la vida a Freddie Figgers
La Mac dañada que le cambió la vida a Freddie Figgers / Freddie Figgers

El mundo está lleno de historias extraordinarias, personas que con un mínimo de posibilidades de sobrevivir, alcanzaron el éxito y lograron revertir el curso de su destino, gracias a que en el camino se encontraron con verdaderos ángeles de la guarda.

Freddie Figgers era tan solo un bebé cuando fue abandonado en un bote de basura en Florida, Estados Unidos. De pequeño le llamaban “bebé basura”, le decían que nadie lo quería y se burlaban de él por su pasado. Hoy en día, es millonario y su empresa tiene un valor de 62 millones de dólares.

Los padres de Figgers ya tenían hijos adoptados cuando recogieron a Freddie, y habían considerado parar de hacerlo porque ya tenían edades avanzadas, el padre, Nathan Figgers de 74 años y la madre Betty May, de 66.

El pequeño Freddie a los 4 años
El pequeño Freddie a los 4 años / Google

Cuando Freddie tuvo la edad para hacer preguntas, su padre adoptivo le contó su historia.

"Me dijo: 'Te lo voy a contar sin rodeos. Tu madre biológica te abandonó y como yo y Betty no queríamos mandarte a casas de acogida, te adoptamos'. Yo me sentí como basura y siempre me acuerdo que me agarró por los hombros y me dijo: 'Nunca dejes que eso te indisponga'".

"Mis padres me dieron todo el amor que alguien pudiera querer jamás. Hicieron todo por mí. Nunca sentí la necesidad de buscar a mi familia biológica porque mi mamá y mi papá, mi Betty y mi Nathan, lo eran todo para mí, y yo los amaba", comentó Freddie.

Betty May y Nathan Figgers las personas que se convirtieron en los padres de Freddie
Betty May y Nathan Figgers las personas que se convirtieron en los padres de Freddie / Google

El camino al éxito

Nathan tenía dos trabajos, como operario de mantenimiento, Betty May era trabajadora agrícola y, aunque no tenían mucho dinero, cuando Freddie tenía 9 años le compraron un regalo que cambió todo: una computadora Macintosh... averiada.

"Los fines de semana iba con mi padre a hacer lo que llamábamos 'buceo de basura', paseándonos por diferentes vecindarios en busca de cosas que la gente hubiera tirado.

En esa ocasión, su padre lo llevó a una tienda de segunda mano donde convencieron al vendedor que les vendiera una computadora vieja y dañada, por la que pagaron US$24.

"Yo estaba feliz. Como no prendía, la desarmé y me di cuenta de que un componente estaba roto y todo fluyó naturalmente. Mi padre trabajaba en mantenimiento y tenía a disposición muchas cosas, como pistolas para soldar, radios, relojes..."

"Tome partes de una radio despertador y las soldé y tras unos 50 intentos finalmente logré que la computadora funcionara. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida".

"Esa computadora borró todo el dolor del acoso escolar. Mientras me molestaban en la escuela, yo pensaba cuánto quería regresar a casa a jugar con mi computadora".

"Aprendí a codificar a los 10 u 11 años y empecé a escribir programas básicos. Fue entonces que empecé a avanzar".

La Mac dañada que le cambió la vida a Freddie Figgers
La Mac dañada que le cambió la vida a Freddie Figgers / Freddie Figgers

Un año después consiguió su primer trabajo, en un laboratorio de computadoras en su escuela, donde arreglaba las máquinas que dejaban de funcionar. Le pagaban 12 dólares por hora pero él afirma hacerlo por diversión, el dinero no le importaba tanto.

Cuando tenía 15 años, Freddie creó un programa para monitorear los medidores de presión de agua por 600 dólares. Después de esto decidió dejar el trabajo en la escuela y empezar su propio negocio.

Innovación frente a la adversidad

Nathan, el padre de Freddie se enfermó de Alzheimer, y una noche despertó diciéndole a su hijo, con un rifle en la mano, que era un héroe de película. Freddie pudo quitarle el arma pero a la mañana siguiente su padre había desaparecido.

Ante esto, Freddie decidió ponerle un circuito, micrófono, parlante y tarjeta de red de amplio alcance a la suela de los zapatos de su papá, e integrarlo a su laptop.

"Todo esto era antes de que existieran Apple o Google Maps, así que lo integré con Tomtom para que cuando mi padre desapareciera yo pudiera presionar un botón en mi computadora y preguntarle dónde estaba".

"Así me contestara 'no sé dónde estoy', apenas decía algo yo podía saber si estaba de pie, sentado o tendido en el suelo".

Al empeorar su enfermedad, la familia quería internarlo en un hogar de ancianos, pero Freddie no quiso.

"Él no me abandonó a mí, así que yo no lo iba a abandonar a él".

Años después, Freddie logra vender la tecnología creada por él mismo por más de dos millones de dólares, pero lastimosamente en esta misma época el padre de Freddie falleció.

El objetivo de Freddie era dejar un mundo mejor cuando el falleciera, como su padre. Tenía el plan de lanzar una compañía de telecomunicaciones para las zonas rurales de Estados Unidos. La Comisión Federal de Comunicaciones le otorgó una licencia para ser operador de telecomunicaciones, a los 21 años, siendo el más joven y primer afroamericano en tenerla.

Actualmente tiene una fundación llamada Fundación Figgers, la cual ofrece becas para estudiantes afroamericanos y en la pandemia ha proporcionado muchísima ayuda a estudiantes con desventajas. También, el mismo Freddie ha seguido creando productos como los zapatos que le hizo a su padre, para las personas que lo necesitan.

Freddie junto al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama
Freddie junto al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama / Google

La inspiración para otro de sus inventos fue otra experiencia traumática que tuvo a los 8 años, cuando con sus padres fueron a visitar al tío de Betty May y lo encontraron muerto, a causa de un coma diabético.

14 años después, creó un programa para tratar de evitar este tipo de muertes.

"Los diabéticos apuntaban sus niveles de azúcar en la sangre pero en las zonas rurales, como el sur de Georgia, donde vivía el tío de mi mamá, no había nadie que fuera a chequear con regularidad. Así que creé un glucómetro inteligente que tras tomar la medida, la comparte con tu teléfono, tus doctores, tus familiares y tu compañía de seguros, de manera que si algo es anormal, envía un alerta".

Su madre, Betty May también sufre de Alzheimer hoy en día, pero sigue siendo un gran apoyo para Freddie.

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