El 'niño de fuego' que sobrevivió tras quemarse el 90% de su cuerpo cuenta su historia

Imagen del documental El niño de fuego protagonizada por Aleixo Paz
Imagen del documental El niño de fuego protagonizada por Aleixo Paz

Con apenas 8 años, la vida de Aleixo cambió por completo. Su padre, un chofer de equipo pesado, le llevaba en un viaje de trabajo como había hecho en otras ocasiones.

Aquel día, Aleixo iba dormido mientras su padre realizaba el trayecto en un camión cisterna que transportaba miles de litros de gasolina cuando se estrellaron contra una furgoneta detenida en la acera.

De la bola de fuego que ardió durante horas »tantas que las cámaras de los noticiarios llegaron a tiempo para filmar» rescataron al pequeño, que se había quemado más del noventa por ciento de su cuerpo.

Sobrevivió de milagro. Desde ese día, jamás volvió a ser el Aleixo que subió al camión.

Han pasado muchos años entre la casa y el hospital. Decenas de operaciones, injertos de piel, dolores, pesadillas y rabia, mucha rabia.

Aleixo confiesa que siempre estuvo consciente mientras su cuerpo se quemaba
Aleixo confiesa que siempre estuvo consciente mientras su cuerpo se quemaba / Google

"Yo me levanto cada día por la rabia que llevo dentro. Es lo único por lo que sigo vivo, por lo que he aguantado y sigo aguantando y que ahora descargo rapeando, haciendo música", le dice Aleixo al periodista José Cueto de la BBC.

Los medios y la gente le solicitan y halagan porque hace unos días su historia se hizo pública en España a través de un documental: "El niño de fuego".

Filmarle costó mucho, confesó su director, Ignacio Acconcia.

Para rodar el documental, que cuenta su historia y que muestra cómo es hacerse mayor con el rostro quemado, Acconci convivió con Aleixo y su familia durante cinco años, retratando la identidad del chico entre los 13 y los 18 años.

Sin embargo, antes de sacar la cámara y ponerse a rodar, el director estuvo un año conociendo la vida Aleixo y de su familia, así como de su entorno más cercano.

Aleixo Paz junto al director del documental Ignacio Acconcia
Aleixo Paz junto al director del documental Ignacio Acconcia / Google

"No soy un héroe ni tampoco he superado nada"

Más allá de las cicatrices físicas, la tragedia le dejó marcas emocionales que Aleixo no ha podido sanar.

"Vivir con dolor es horrible, es un dolor que me mata. La muerte para mí es eso, la paz y la felicidad completa, la vida no me permite ser feliz", afirma tajante el joven, que ya lleva cerca de 44 operaciones y sufre desde hace tiempo una pancreatitis crónica.

No le gusta ver fotos ni vídeos de cuando era pequeño, antes del accidente. Reniega de aquel niño que "era todo felicidad y sueños y que ahora es todo lo contrario". "Este niño ha muerto", llega a sentenciar el protagonista en un momento del documental, después de ver un vídeo, junto a su madre, de cuando tenía cinco o seis años.

"No quiero que las personas se equivoquen y me vean como ejemplo de superación. Yo no he superado absolutamente nada. Yo aguanto lo que me toca vivir. A cada uno le toca lo suyo".

Que la gente no se engañe pensando que yo he hecho algo con mi vida porque realmente no es así. Y me da igual lo que piensen quienes me quieren ver feliz y salir adelante. Yo no veo por qué tenga que ser así.

Imagen del documental El niño de fuego
Imagen del documental El niño de fuego / Google

"Más miedo a la vida que a la muerte"

La gente puede decir que soy valiente porque trato de tirar hacia adelante, pero tampoco es así. Lo que pasa es que, desde el accidente, le tengo más miedo a la vida que a la muerte.

El accidente no se olvida, y una vez te viene a la mente lo empiezas a recrear una y mil veces con todo detalle. Mientras me quemaba, en ningún momento perdí la conciencia. Es difícil de olvidar.

Yo no necesito estar bien. No sé estarlo y no estoy acostumbrado. De hecho, me siento más poderoso cuando me levanto con un día de mierda porque entonces la rabia me impulsa.

Prefiero seguir así de jodido si eso significa que los míos, mi familia y la gente que quiero, están bien.

Aleixo Paz ahora tiene 20 años y reconoce que la rabia lo mantiene vivo
Aleixo Paz ahora tiene 20 años y reconoce que la rabia lo mantiene vivo / Google

La música le llenó el alma

A lo largo de estos años ha pasado por diferentes épocas, y su "gran apoyo", aparte de su familia y amigos, ha sido la música, especialmente el rap. "La música siempre ha sido un refugio para mí, sobre todo cuando estaba en la UCI. Siempre he escrito mis canciones, no para publicarlas, si no para mí, para expresar la rabia y el dolor, todos los sentimientos que llevo dentro", declara.

Si bien escribía desde muy pequeño, de repente se propuso empezar a hacer rimas y cantar rap y hip-hop, así que, metido en su habitación, con su micro y su ordenador, empieza a componer.

Aleixo ha vivido confinado bajo la piel salvada de un accidente que lo encerró en su cuerpo.

"Tengo 20 años y no lo he asimilado. Nunca esperaba llegar a ver el final de mi propia película", reflexiona, y se molesta cuando ve a otros jóvenes «molestos por estar encerrados».

"Vete a un hospital a preguntar a los niños de oncología cuánto llevan ahí sin salir. "Yo mismo me he acostumbrado a autoaislarme, me han operado mucho y me he tenido que encerrar. Me río de los que se quejan", dice sin disimular la rabia que todavía le aflora.

Afiche del documental El niño de fuego
Afiche del documental El niño de fuego / Google

***Con información de www.bbcmund.com***

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