Brasil da su último adiós a Joao Gilberto, el padre de la bossa nova

Centenares de brasileños dieron su último adiós este lunes al cantante, guitarrista y compositor Joao Gilberto, el padre de la bossa nova y quien falleció este sábado a los 88 años en su vivienda en Río de Janeiro.

Centenares de personas acudieron al Teatro Municipal de Río de Janeiro para rendir un último tributo a uno de los creadores de la bossa nova y lo hicieron con los acordes de "Chega de Saudade", la canción con la que Joao Gilberto dio a conocer este género musical al mundo.

"Yo quiero que Brasil haga silencio para escuchar a Joao Gilberto. Que los brasileños escuchen más a Joao Gilberto", dijo conmocionada la viuda del cantautor, Maria do Céu Harris, al llegar al velorio.

También comparecieron a la ceremonia diversas personalidades del medio artístico, como las actrices Gloria Pires y Marieta Severo, o las cantantes Teresa Cristina y Adriana Calcanhoto.

"Hoy hemos perdido un gigante. Un músico que ha influenciado muchas de las personas que me han influido a mí. En todo, desde el tono de la guitarra hasta la manera más descansada de cantar. Él está en todo", dijo Cristina a los periodistas.

Por su parte, Calcanhoto aseguró que, si no fuera por la guitarra de Joao Gilberto, ni ella ni "toda una generación" de artistas "existirían".

"Su legado no tiene fin (...) Solo tengo que agradecer a Joao por todo lo que nos deja y ojalá él siga inspirando a muchas generaciones", completó la cantante.

El cuerpo del maestro de la bossa nova, autor de la trilogía "Chega de Saudade", "El amor, la sonrisa y la flor", y "Joao Gilberto", será sepultado en el Cementerio Parque da Colina, en la ciudad de Niteroi, en la región metropolitana de Río de Janeiro.

Nacido en la ciudad de Juazeiro (Bahía), en 1931, Joao Gilberto falleció este sábado en casa a los 88 años de edad, dejando uno de los mayores legados musicales de Brasil y una larga lista de discípulos, que incluyen a Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque, entre otros.

No obstante, los últimos años de vida del genio brasileño estuvieron marcados por las disputas familiares y por diversos problemas financieros y judiciales.