Lo que se sabe hoy día sobre el ‘Chupacabras’

Era el año de 1995, cuando ocho ovejas domésticas fueron encontradas muertas en Puerto Rico. Cada una con tres heridas punzantes en el área del pecho y toda su sangre había sido succionada. Posteriormente un testigo presencial de nombre Madelyne Tolentino declaró haber visto la creatura y la describió físicamente.

¿De dónde surge el nombre de “Chupacabras” y su horrible figura? El Chupacabras después de su primera aparición en Puerto Rico, también se hizo visible en Estados Unidos, Centroamérica, incluyendo Panamá. Además fue visto en Filipinas. Su nombre proviene de los supuestos hábitos hematófagos de la criatura.

Las descripciones físicas varían, pero comúnmente lo describen como una criatura del tamaño de un oso y con una hilera de espinas abarcando desde el cuello hasta la cola que tiene. En conclusión algunos piensan que se trata de una especie de “iguana mutante, que camina sobre dos patas”.

El tema no ha pasado desapercibido e investigadores como Benjamin Radford, un escritor norteamericano que ha hecho diversos libros sobre leyendas urbanas y temas paranormales, asegura que la descripción dada por la testigo original en Puerto Rico, Madelyne Tolentino, se basó en la criatura Sil de la película de ciencia ficción Species.

"la descripción más importante del chupacabras no es fiable. Este problema afecta seriamente la credibilidad del chupacabras como una criatura real”, señala el investigador norteamericano.

En Panamá se hizo muy famoso durante la época de los 90 y muchas personas aseguran haber visto al “Chupacabras” en las provincias de Herrera, Los Santos, Coclé y Chiriquí. Incluso algunos lo tomaron en broma y se confeccionaron suéteres con la imagen de la misteriosa criatura.

Según el sitio web “Wikipedia”, los reportes de que a las víctimas se les había succionado la sangre nunca fueron confirmadas por una necropsia, la única manera de confirmar esta conclusión. Un análisis realizado por un veterinario a 300 supuestas víctimas del “chupacabras” encontró que no habían sido desangradas.

Finalmente “el chupacabras” ha quedado convertida en una leyenda urbana que nunca ha podido ser probada y que bien puede ser utilizada para asustar a los niños cuando se están portando mal.