Tsipras pone vista en negociaciones tras referéndum
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, viajaba el martes a Bruselas para una cumbre de emergencia de gobernantes de la eurozona, donde intentará emplear la rotunda victoria en el referéndum del domingo para conseguir concesiones de sus acreedores europeos sobre un rescate para el endeudado país.
Se espera que Tsipras haga nuevas propuestas a los acreedores con las que espera retomar las negociaciones. Necesita que las conversaciones avancen deprisa para que Atenas pueda acceder a fondos que eviten el hundimiento de los bancos y salvaguarden el futuro del país en el euro.
Los problemas financieros de Grecia se agudizaron el lunes cuando el Banco Central Europeo se negó a aumentar la asistencia para los bancos griegos, que no tienen previsto abrir hasta el jueves.
Por la tarde se ha convocado una apresurada reunión entre ministros de Finanzas de la eurozona, que será la primera de Euclid Tsakatolos como ministro de Finanzas griego. Después se celebrará una cumbre de jefes de gobierno.
El martes hubo pocos indicios de movimiento en los preliminares para la reunión.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, trató de reducir las expectativas de que haya una solución rápida.
"Si hoy diéramos con una solución, sería una solución exageradamente simplista", dijo a los eurodiputados en Estrasburgo, Francia. "Lo que haremos hoy es hablar unos con otros, comprendernos, mostrarnos tolerancia y restaurar el orden en la situación".
Las reuniones siguen al triunfo de Tsipras, mayor de lo previsto, en el referéndum del domingo. El 61% de los griegos rechazaron las medidas propuestas por sus acreedores a cambio de préstamos.
Lo que haremos hoy es hablar unos con otros, comprendernos, mostrarnos tolerancia y restaurar el orden en la situación". --Alexis Tsipas
En un indicio de que podría estar dispuesto a alcanzar un compromiso, Tsipras nombró a un nuevo ministro de Finanzas para dirigir las negociaciones con los acreedores.
Tsakalotos, un economista de 55 años, reemplazó a Yanis Varoufakis, que tuvo constantes encontronazos con sus homólogos.
"No voy a esconder que estoy muy nervioso y ansioso. No llego en el momento más sencillo de la historia griega", dijo Tsakalotos tras jurar el cargo el lunes.
Los bancos griegos se están quedando sin efectivo, pese a los límites introducidos por el gobierno a la cantidad que pueden retirar los depositantes.
El comercio como es habitual es ahora imposible en Grecia. Sin tarjetas de crédito ni dinero de cuentas bancarias, los pequeños negocios, dependen del efectivo que llega de las menguantes compras de sus clientes. Pero los griegos se aferran al dinero que tienen. Y los proveedores piden a las empresas que paguen por adelantado en efectivo.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, indicó que si Grecia quiere seguir en la eurozona debe hacer reformas que estimulen el crecimiento económico y pagar su deuda.
"Estamos dispuestos a apoyar a Grecia, pero Grecia y su gobierno tienen que cumplir las reglas y los procedimientos que se han dado en la Unión Europea", dijo en entrevista.
Tsipras ha indicado antes que está dispuesto a subir impuestos y recortar algunos gastos si el país recibe algo de alivio para su deuda.
"El primer ministro está... comprometido con comenzar un debate fundamental para abordar el problema de la sostenibilidad de la deuda nacional griega", indicó un comunicado el lunes firmado por el gobierno y tres partidos de oposición proeuropeos.
Tras años de agotadora recesión y con el desempleo disparado, Grecia ya ha recibido 240.000 millones de euros (266.000 millones de dólares) en préstamos de otros países de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional.
Pero la austeridad presupuestaria exigida como condición de los préstamos ha golpeado al crecimiento, y las reformas han sido más lentas de lo previsto.
Las autoridades europeas siguen divididas ante la petición Grecia de que se suavicen sus condiciones para devolver el dinero, y el principal pagador, Alemania, sigue reacio.