Cineasta puertorriqueño crea película animada del libro "El principito"

El cineasta puertorriqueño Lorenzo Ortiz dirige una película en versión animada del libro "El principito", de Antoine de Saint-Exupéry, con el propósito de que los niños conozcan más sobre esta legendaria obra literaria.

En entrevista hoy con Efe, el director de 39 años explicó que armó este proyecto de 80 minutos de duración después de escuchar una grabación radial que hizo en 1976 su padre, el comunicador y locutor David Ortiz Angleró, con otros actores boricuas, entre ellos Miguel Ángel Suárez.

Según Ortiz, cuando escuchaba la grabación, pensaba que su progenitor le narraba y dedicaba la historia, experiencia que lo marcó para hacer su tercer largometraje, el primero animado y con dibujos propios, con el objetivo de que los niños conozcan la publicación del autor francés.

"Hice una adaptación bien fiel al libro y por eso se distingue más, porque ves la experiencia pura", resaltó Ortiz sobre el largometraje que estrenará hoy en las proyecciones de películas que exhibe CinemaBar 1950, en el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan, y continuará proyectándose hasta el domingo.

"Siempre quise hacer algo visual con el libro y la grabación de papá", enfatizó el también director de la película "Lo que cuenta el viento", y quien dijo que su hijo de tres años y medio ya fue testigo del largometraje animado de su nueva producción.

"El Principito" hace una firme apología sobre la importancia de cuestionar las cosas, el rechazo a la injusticia, la aceptación del otro por quien es y no por aquello que representa o la búsqueda continua del contacto con la naturaleza.

Que "lo esencial es invisible a los ojos" o que "uno es siempre responsable de lo que domestica" son dos de las frases más conocidas de este relato en el que también destaca la invitación a conservar el espíritu de la infancia: "Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan".

Publicado por primera vez en Estados Unidos, el 6 de abril de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, "El Principito" transmite un mensaje de tolerancia, paz, ecología y amistad que nunca se agota, y funciona como un cuento filosófico, con varios niveles de lectura.

Con 265 traducciones, 1.300 ediciones y 145 millones de ejemplares vendidos es un auténtico fenómeno editorial, siendo el libro no religioso más traducido en el mundo, según Ediciones Gallimard.

Rebosante de valores humanistas, esta pequeña joya de la literatura condensa vivencias y reflexiones surgidas en la soledad de las muchas horas de vuelo de Saint-Exupéry, quien tuvo una vida y una muerte dignas, siempre en consonancia con sus ideas.